El Reina Sofía, siempre a la vanguardia
● El Hospital realiza el primer transplante autólogo de médula ósea en domicilio
El Hospital Universitario Reina Sofía ha realizado el primer trasplante autólogo de médula ósea –de células del propio paciente– en domicilio. La Unidad de Hematología ha impulsado y llevado a cabo este nuevo hito en el programa de trasplantes del centro que aporta grandes ventajas para el paciente relacionados con su calidad de vida y recuperación. De esta forma permanecen una media de 16 días menos en el centro sanitario para su tratamiento. Hasta ahora, en Andalucía solo se hacía en el Hospital Regional de Málaga, donde en dos años ya han atendido a unos 50 pacientes.
En Córdoba, la intención de embarcarse en este proyecto comenzó hace unos años después de conocer la experiencia del Hospital Clínic de Barcelona, un referente en esta técnica. En ese centro es donde se han formado la hematóloga Estefanía García y la enfermera Laura Romero, las responsables de este programa.
La responsable de Hematología, Concepción Herrera, ha explicado que este tipo de trasplantes está indicado para diagnósticos de mieloma y linfoma. En la unidad, la tendencia de los últimos años en el número de trasplantes autólogos es creciente, pasando de 23 casos en 2015 a los 36 registrados en 2019. En principio, “todos podrían beneficiarse de este nuevo programa si cumplen los requisitos relacionados con el cuidador y el entorno domiciliario, aunque iremos ampliando el programa de forma progresiva”, ha manifestado.
Según la doctora, los profesionales quisieron embarcarse en esta iniciativa porque conocían “las grandes ventajas que aporta” tanto para el paciente como para el hospital. En el primer caso, supone una atención más personalizada, mejora del entorno familiar, participación activa en el proceso o disminución de riesgo de infecciones, entre otras.
Para que alguien sea candidato tiene que cumplir una serie de condiciones, como la aceptación del propio paciente, que el grado de autonomía sea el adecuado, contar con un cuidador las 24 horas del día, que el domicilio se encuentre a menos de 30 minutos del hospital y condiciones relacionadas con las características del propio hogar (teléfono, higiene, sin mascotas ni alfombras...). Si un paciente reside a más de media hora, puede alojarse en un piso que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha cedido para la recuperación del proceso.
Por su parte, la directora gerente del Reina Sofía, Valle García ha recordado que, hasta ahora, los pacientes sometidos a este tipo de trasplante debían permanecer ingresados en el hospital en un régimen de aislamiento medioambiental y social durante tres o cuatro semanas. Gracias a esta nueva técnica, “la calidad de vida del paciente incrementa sustancialmente, ya que afronta la recuperación acompañado de un cuidador, en un entorno más amable y cómodo como es su casa y adaptando las rutinas a sus necesidades, como el horario de comer, de descanso o el apoyo psicológico”. Otra de las mejoras es que la estancia del paciente en el hospital se reduce a los días estrictamente necesarios para la extracción de las células madre que luego se le implantarán, por lo que permanecerá una media de 16 días menos.
Una vez diagnosticado de mieloma o linfoma, el paciente tiene que recibir su tratamiento de quimioterapia y, tras la valoración de los resultados, es aceptado para trasplante y se estudia si es o no candidato a beneficiarse del TAD.
De forma paralela, la Unidad de Hematología valora el momento adecuado para la extracción de las células madre del paciente, que se utilizarán para su posterior infusión. Para este procedimiento, el enfermo tiene que ingresar en el hospital unos cuatro días. Tras ello, vuelve a su domicilio y retorna al hospital a la semana para la extracción de las células en la Unidad de Aféresis. Estas células quedan congeladas y almacenadas hasta el momento de la infusión.
Superado este primer escalón, comienza la fase del trasplante. Para ello, cuatro días antes de la fecha, hay que realizar una PCR para descartar infección por SarsCoV-2 en el paciente y el cuidador. Tras los resultados negativos, ambos ingresan en el hospital y al paciente se le realizan una serie de pruebas y se lleva a cabo el trasplante (infusión de células madre). Si todo evoluciona normal, al quinto día paciente y cuidador pasarían al ingreso domiciliario.
En casa, ambos deben estar aislados y solo recibirán la visita de Enfermería. La enfermera y la hematóloga están en constante comunicación. “Si en algún momento se detectara algún tipo de empeoramiento, cansancio del cuidador o riesgo, este seguiría su recuperación en el hospital”, ha indicado la doctora Herrera. Para ello, el programa contempla que cada paciente tenga una habitación de aislamiento disponible en el hospital.
Mercedes Rodríguez y Luis López han sido los primeros en beneficiarse del trasplante autólogo. Después de su experiencia, los dos han animado a otras personas que estén en su situación a hacerlo. Además, han resaltado el estricto seguimiento que lleva el equipo de profesionales implicado y la comodidad de recuperarse fuera del hospital. “Todos se han portado muy bien, estoy muy contenta”, ha dicho Mercedes.
En junio de 2020, Mercedes recibía el diagnóstico de mieloma múltiple y decidió someterse al trasplante el 8 de enero. Cinco días después, recibía el alta y ha podido afrontar en el domicilio todo el periodo de bajada de defensas que se produce tras el acondicionamiento y su recuperación.
Este matrimonio es de Lucena, por lo que ha necesitado la ayuda de la AECC para alojarse en uno de sus pisos en Córdoba capital. Además, una voluntaria de la asociación les llevaba la comida para que no rompieran el aislamiento. El cuidador tiene que ingresar con el paciente, atravesar todas las fases con él y extremar las medidas de higiene y prevención.
Por su parte, Luis, también con mieloma múltiple, ha sido el segundo en beneficiarse del proyecto y ha recibido esta semana el alta médica. “No podía imaginarme que el trasplante me permitiera llevar una calidad de vida como he tenido”, ha explicado. Su mujer, María Araceli Fernández, ha hecho un llamamiento: “No tengáis miedo, estás todo el tiempo acompañada por los profesionales”.
Esta técnica está indicada solo para diagnósticos de mieloma y linfoma