La vida de los nuevos barrios de Poniente
Los negocios comienzan a ocupar locales en ● las zonas residenciales del Oeste de la ciudad
Alejandro Balsera
El Distrito de Poniente tiene vida más allá del Zoco. Desde hace varios años, el barrio conocido como Nuevo Zoco ha ido experimentando un gran crecimiento a nivel urbanístico que está llamando la atención de muchos ciudadanos que buscan mudarse a zonas modernas.
Nuevo Zoco se ubica pasando el parque de Los Lagos y la zona de Los Califas, en un espacio que se encontraba deshabitado hace siete años, pero donde comenzaron a nacer urbanizaciones a un ritmo frenético. Tanto ha sido así, que actualmente es un distrito donde hay centros importantes como el Hospital Quirónsalud, que abrió sus puertas en verano de 2018. Además, cuenta con farmacia, supermercados, la escuela de formación profesional Medac e incluso la iglesia Beato Cristóbal de Santa Catalina, junto con otros comercios.
Así se ha formado este nuevo barrio, cuya esencia gira en torno al bulevar Calle Escritora María Teresa de León. Allí, el encargado del bar El Cerezo, Sergio, explica que la zona es muy familiar y viven muchos jóvenes, por lo que tiene bastante vida. De hecho, trabaja en uno de los comercios pioneros del territorio, ya que abrió hace cinco años cuando apenas había bloques ni vecinos, pero como un proyecto a largo plazo que está yendo de menos a más. “Durante todos estos años, este negocio ha sido rentable porque por aquí pasan vecinos, alumnos de escuelas cercanas, pacientes de clínicas, etc”, asegura el hostelero.
Justo al lado se encuentra otro de los negocios pioneros del barrio, que además es fundamental, la guardería Elefantil. Abrió en abril de 2016 y, aunque el inicio fue complicado porque había pocos vecinos, ha tenido siempre una buena acogida y suele agotar las plazas en sus cursos. “La mayoría que trae a sus hijos aquí son vecinos del barrio, mayormente familias jóvenes que hacen rentable este proyecto”, señala Esperanza Sevilla, directora del centro.
Pero los protagonistas son los vecinos, quienes se encargan de dar vida a Nuevo Zoco, un lugar que consideran residencial. Mariluz, joven vecina del barrio, se mudó desde el Sector Sur en 2018 para aprovechar las promociones inmobiliarias que ofertaban. “Se nota mucho el cambio a mejor, aunque es verdad que faltan negocios locales como pescaderías o fruterías, pero este barrio está en pleno desarrollo y cuenta con muchos espacios para pasear y que los niños jueguen, además de negocios básicos como farmacias y un bulevar donde hay bastante ambiente”, defiende la vecina.
Y es que, lo que más prima por la zona es gente joven. Pablo Carmona es un estudiante de 22 años que apenas lleva medio mes conviviendo con su familia en la urbanización recién inaugurada Residencial Poniente, junto al Open Arena. Pese a que vivían en la zona del Zoco, se mudaron a este nuevo barrio buscando la tranquilidad que dan sus amplios espacios. “Nuestro nueva urbanización no está habilitada para albergar locales, por lo que no habrá ruidos que sí soportábamos en nuestra anterior casa”, explica.
Lo que sí echan en falta los residentes de la zona son los comercios locales ya que son dos cadenas de supermercados las que abastecen a los vecinos de Nuevo Zoco. Muchos admiten tener que depender del coche para la mayoría de compras, aunque prefieren eso mientras puedan disfrutar de su tranquilo barrio, cuyos parques y zonas verdes compensan sus pocas opciones de ocio.
No obstante, esta nueva zona está bastante más desarrollada que otro de los barrios nuevos de Córdoba. En este caso, se trata de Huerta de Santa Isabel, espacio ubicado entre Miralbaida, Turruñuelos y el Hipercor, en el que en la actualidad hay multitud de obras de bloques de pisos que ofrecen la oportunidad de disfrutar de una zona familiar alejada del casco urbano.
Guillermo fue uno de los primero vecinos en llegar a este barrio, pues se mudó hace poco más de un año, cuando solo había un edificio, la urbanización Solvia. “No se sabe muy bien dónde se ubicarán los servicios conforme lleguen, pero por ahora cada vez hay más vecinos y, aunque la zona es muy tranquila, hay mucha gente paseando perros y haciendo deporte”, aclara.
En un barrio por el que cada vez más gente apuesta, los negocios tampoco desaprovechan la oportunidad. Uno de los pocos locales que hay en la zona es el salón de belleza Serendipia, que lleva abierto desde diciembre de 2017 y según Mari Loli, la dueña, en constante evolución. “Me llamaban loca por venirme a este barrio tan alejado a emprender, sin embargo, apenas hay locales comerciales y a mi negocio acuden muchos clientes de otros barrios y también vecinas”.
En esta desconocida zona, la mitad de los pisos son viviendas de protección oficial. Beatriz vive en una VPO desde que se mudó aquí porque que le llamó especialmente la atención la cercanía con el Hipercor. “Echo de menos los comercios locales, sobre todo de alimentación, pero igualmente hay que coger el coche para todo”, señala esta residente.
Faltan proyectos por desarrollar, pero la ciudad se expande al Oeste con espacios destinados a esas familias que buscan hacer su vida en un barrio residencial. “Hay muchas zonas amplias y negocios básicos como farmacias y el Hipercor a cinco minutos a pie”, explica Fernando Gómez, un vecino de la zona.
Con un desarrollo prometedor, quienes han optado por comprar o alquilar una vivienda aquí disfrutan de las ventajas de las que disponen los nuevos espacios de Córdoba aunque, eso sí, con el coche como fiel compañero.