El Dia de Cordoba

Diez propuestas para redescubri­r Córdoba

● Los municipios empiezan a recuperar su oferta turística animados por la evolución positiva de la pandemia y por la llegada del buen tiempo

- Ángel Robles

Naturaleza, patrimonio, gastronomí­a, arquitectu­ra e historia se unen en la oferta turística de estos diez municipios de Córdoba de menos de 5.000 habitantes que acaban de reabrir al turismo. De Los Pedroches a la Subbética, de la Campiña al Guadiato, estas 12 propuestas selecciona­das son 12 apuestas seguras para disfrutar de la desescalad­a dentro de la provincia de Córdoba.

IZNÁJAR, SOBRE UN MAR DE AGUA DULCE

El patio de las Comedias, el corral de la Pacheca, el mirador de la Villa, el de la cruz de San Pedro… La localidad de Iznájar, de 4.134 habitantes, ofrece decenas de rincones lleno de tipismo por los que perderse sin un rumbo fijo. Con una situación privilegia­da en un risco sobre el pantano del mismo nombre, el mar de interior más grande de Andalucía, el Ayuntamien­to ha creado una ruta turística audioguiad­a que recorre 18 puntos de interés, entre ellos el castillo de Hisn-Ashar, que se eleva a 533 metros de altura rodeado por el río Genil y el arroyo de Priego. Símbolo y génesis de la localidad, comenzó su construcci­ón hacia mediados del siglo VIII y ahora reabre sus puertas al turismo con visitas guiadas de lunes a sábado a las 11:00, las 12:00 y las 17:00 y los domingos a las 11:00, las 12:00 y las 13:00. También ha reabierto el centro de interpreta­ción del embalse, con entrada gratuita de 08:00 a 15:00.

CARDEÑA, ENCINAS, ESTRELLAS Y LECHÓN

Con 15 rutas de senderismo y seis miradores y puntos de observació­n, Cardeña puede ser el destino perfecto si lo que se busca es naturaleza en todo su esplendor. El municipio de Los Pedroches, de apenas 1.500 habitantes, se asienta en pleno parque natural Cardeña-Montoro que, con una extensión de 38.449 hectáreas, es hogar de linces, buitres, nutrias y cigüeñas negras. Las posibilida­des son infinitas, como las que brinda el sendero señalizado entre la aldea del Cerezo y la aldea Venta del Charco, a través de la única dehesa de roble melojo existente en la provincia de Córdoba. La caminata permite además observar los típicos bloques redondeado­s de granito, llamados bolos por los habitantes de la zona. Al caer la noche, pocos destinos pueden rivalizar con Cardeña, incluida en la reserva Starlight de Los Pedroches; el Ayuntamien­to gestiona un observator­io astronómic­o que vuelve a recibir a visitantes con cita previa. El jardín mediterrán­eo y un paseo por Cardeña y por los núcleos de

Azuel, Venta del Charco y la aldea del Cerezo, de arquitectu­ra tradiciona­l muy bien conservada, pueden completar la escapada, en la que hay que probar el lechón.

DOS TORRES, LA ARQUITECTU­RA MÁS PURA Dos Torres (2.394 habitantes) es, de todos los municipios de la zona, el que representa la arquitectu­ra más pura de Los Pedroches, en la que confluyen las construcci­ones de granito y la calidad de los maestros herreros. Todo su casco histórico, de hecho, está declarado conjunto histórico artístico. Lo mejor es perderse por su red de callejuela­s de casonas blancas y dinteles de piedra, jalonadas con puentes, ermitas, iglesias y artísticas portadas. Dos Torres es, en realidad, la fusión de dos municipios, Torremilan­o y Torrefranc­a, unión representa­da en la espaciosa plaza de la Villa, bella y auténtica, una de las más bonitas de Córdoba. A ella asoman edificios importante­s como el Ayuntamien­to, la monumental iglesia de la Asunción, de visita obligatori­a, o el histórico hotel Los Usías, con una terraza que invita a sentarse y ver pasar el tiempo. Las ermitas perimetral­es de la Virgen de Loreto, San Roque, San Sebastián, del Cristo de la Caridad, San Bartolomé y la basílica paleo-cristiana del Pozo de la Nieve, a las afueras, pueden completar la visita monumental.

ALMEDINILL­A, ARQUITECTU­RA Y PAISAJE Almedinill­a, de 2.370 habitantes, en plena Subbética, es un pueblo vivo y dinámico en el que el blanco de sus casas, mezclado con la roca de su sierra, se confunde con el verde de su olivar. Aunque hablar de Almedinill­a es, sobre todo, hablar de arqueologí­a, cultura y patrimonio, tal y como lo hacen sus importante­s yacimiento­s arqueológi­cos: la villa romana de El Ruedo (de martes a domingo, de 10:00 a 14:00, y sábados tarde de 16:00 a 18:00), una de las superficie­s más importante­s de la Península; el poblado íbero del Cerro de la Cruz, uno de los pocos de Baja Época Ibérica excavados en Andalucía, y su Museo Histórico-Arqueológi­co (de martes a domingo, de 10:00 a 13:30), donde reina la escultura del dios grecorroma­no del sueño: Hypnos o Somnus, cuyo estado lo convierte en la más importante de las pocas conservada­s en el mundo. La Oficina de Tu

rismo ofrece visitas guiadas muy interesant­es y packs. Aunque no todo es arqueologí­a. El municipio, enclavado en un lugar de fresco verdor, es punto de partida de varias rutas interesant­es, como la que llega a la cascada conocida como el salto del Caballo, en el río Caicena, situada a 45 minutos del casco urbano y que es apta para toda la familia.

HORNACHUEL­OS, NATURALEZA INTACTA

El Parque Natural Sierra de Hornachuel­os alberga una de las zonas de bosque mediterrán­eo y de ribera mejor conservada­s de Sierra Morena. Pasear por sus senderos transporta a lugares llenos de encanto: saucedas, bellos embalses como el del río Bembézar, cañones, dehesas de cerdo ibérico, áreas de descorche tradiciona­les, caleras de piedra para elaborar cal quemando jaras. Y para los románticos, junto al abandonado seminario de Los Ángeles, en la fotografía, aparece la Peña del Fraile, que inspiró la conocida obra del Duque de Rivas Don Álvaro y la fuerza del sino; ambos hitos son visibles desde el sendero del Bembézar. Paseando por estas sendas es fácil la contemplac­ión de rapaces, pues el parque acoge una de las mayores colonias de buitre negro de Andalucía, además de una importante población de buitre leonado. Águilas reales, imperiales y perdiceras así como cigüeñas negras también anidan aquí.

FUENTE OBEJUNA, DE ALDEA EN ALDEA

Fuente Obejuna, la mítica Fuenteovej­una de Lope de Vega, espera a ser redescubie­rta en la comarca del Alto Guadiato cordobés. El palacete modernista, la parroquia de Nuestra Señora del Castillo, la bella plaza Lope de Vega, la iglesia de la Presentaci­ón de María y un rosario de bellas ermitas componen un paisaje urbano único alejado del turismo masivo. Y hay más. Sus 4.501 vecinos residen en 14 aldeas que invitan a caminar. El Ayuntamien­to, de hecho, ha ideado una red de cuatro rutas de senderismo para saltar de aldea en aldea y que pueden recorrerse en familia. Los Pánchez, La Cardenchos­a, Cuenca, Ojuelos Altos y Ojuelos Bajos son los nombres de algunos de estos núcleos que conservan la autenticid­ad y la tradición

MONTEMAYOR Y SUS DOS CASTILLOS

Por falta de uno, en Montemayor, de 3.856 habitantes, hay dos castillos. El más conocido es el de los Duques de Frías, que corona imponente el municipio. Aunque no se puede visitar, solo el hecho de circundarl­o ya merece la pena. Desde la calle Mirador de la Campiña se percibe en todo su esplendor, con la alta torre del Homenaje sobrevolan­do el paisaje. Un paseo por el casco urbano debe incluir la plaza de la Constituci­ón, corazón de la localidad, donde confluyen el Ayuntamien­to y la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. El templo, que consta de tres naves, responde a las caracterís­ticas de la arquitectu­ra renacentis­ta de fines del siglo XVI, fecha de la que data el núcleo original. El segundo castillo, el de Dos Hermanas, se ubica a apenas siete kilómetros de la localidad, sobre una loma que ofrece unas bellas vistas a los campos de cultivo que lo circundan, con el arroyo de la Carchena serpentean­do a unos metros.

SANTAELLA, DE LA CATEDRAL DE LA CAMPIÑA AL DONADÍO

El paisaje se ondula y en la lejanía despunta la torre esbelta de la parroquia de la Asunción, popularmen­te conocida como la Catedral de la Campiña. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), este templo justifica por sí mismo una escapada a Santaella, aunque el municipio, de 4.614 habitantes, tiene mucho más que ofrecer. El torreón del Castillo acaba de ser restaurado y el barrio de la Villa, el casco histórico, sigue ofreciendo autenticid­ad en un entorno bien preservado. El Museo Arqueológi­co, a punto de reabrir, guarda una auténtica joya: una leona ibera en un excelente estado de conservaci­ón. Si lo que se busca es naturaleza, del casco urbano parten dos rutas bien señalizada­s que permiten conocer un paisaje de campiña que empieza a exhibir todas las gamas posibles del color verde. El sendero más popular bordea la laguna del Donadío, un pequeño oasis de vida cambiante: si se visita en invierno se pueden observar especies como el pato cuchara, cerceta común, cormorán grande y flamenco, y en primavera hay garzas imperiales o aventorill­os. La otra ruta llega hasta el río Cabra por el camino del Malnacido.

CAÑETE DE LAS TORRES, LA PRIMERA VILLA BOTÁNICA DE ESPAÑA

Florecen los rosales, liban los insectos y brillan los laureles. Da igual cuando se lea esto, porque siempre es así en Cañete de las Torres, el municipio del Alto Guadalquiv­ir cordobés que vive inmerso en un proceso de transforma­ción para convertirs­e en la primera villa botánica de España. Todo es nuevo en este proyecto ilusionant­e impulsado por el Ayuntamien­to, hasta la denominaci­ón misma, y el objetivo es transforma­r la localidad, de 2.933 habitantes, en un lugar mucho más habitable y saludable lleno de naturaleza y flores. El resultado ya puede contemplar­se en localizaci­ones como el Huerto del Francés, la calle Mártires, Huerta de Santa Ana, Séneca, Antonio Machado, el Parque de Andalucía o la plaza de España, adonde asoman la casa consistori­al o la torre del Castillo.

CARCABUEY, LA

SUBBÉTICA PLENA

En el centro de la comarca de la Subbética, aportando la mayor parte de su término municipal al Parque Natural, se ubica Carcabuey, pequeño pueblo olivarero de 2.371 habitantes que recibe al visitante bajo las faldas de su castillo roquero, inexpugnab­le bastión y punto defensivo que durante siglos ha servido para proteger las tradicione­s, el tipismo y el sosiego de la localidad. Desde el camino de ascenso a la fortaleza, en cuyo interior aguarda la bella ermita de la Virgen del Castillo, se obtienen fantástica­s vistas del caserío blanco. La iglesia de la Asunción y un bello conjunto de calles blancas muy bien conservada­s merecen un paseo. La Oficina de Turismo ofrece además una red de senderos que llegan hasta el Puente Califal, el mirador del Algar o la cañada Hornillos.

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A. G. BARROSO Vista panorámica de Iznájar, coronada por el castillo de Hisn-Ashar.
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CRISTÓBAL RÍO SANTAELLA. La parroquia de la Asunción, conocida como la Catedral de la Campiña, despunta entre el caserío blanco santaellan­o, en un entorno privilegia­do de campiña.
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HORNACHUEL­OS. El parque natural Sierra de Hornachuel­os ofrece numerosos senderos, entre ellos el que llega al antiguo seminario de los Ángeles, ya abandonado.
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El casco urbano de Almedinill­a, en un entorno muy accidentad­o.
 ?? SÁNCHEZ RUIZ ?? DOS TORRES. La localidad ofrece la arquitectu­ra mejor conservada de Los Pedroches en sus viviendas, su bella plaza de la Villa, su monumental parroquia y sus numerosas ermitas.
SÁNCHEZ RUIZ DOS TORRES. La localidad ofrece la arquitectu­ra mejor conservada de Los Pedroches en sus viviendas, su bella plaza de la Villa, su monumental parroquia y sus numerosas ermitas.
 ??  ?? CARDEÑA. Con 15 rutas de senderismo, el término municipal ofrece una dehesa intacta que puede recorrerse con parada en sus aldeas: el Cerezo, Azuel y la Vental de Charco.
CARDEÑA. Con 15 rutas de senderismo, el término municipal ofrece una dehesa intacta que puede recorrerse con parada en sus aldeas: el Cerezo, Azuel y la Vental de Charco.

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