El comercio de la Judería pierde el 83% de sus ventas por la pandemia
● Los empresarios de la zona constituyen una asociación para reclamar mayor atención ● De los 274 establecimientos del entorno, solo 31 abren durante los fines de semana
La Judería de Córdoba lleva más de un año viviendo en una continua agonía. Con los negocios, hoteles y bares cerrados y sin las visitas de los turistas, los empresarios hosteleros, de museos privados, artesanos, guías turísticos, alojamientos y comerciantes han puesto en marcha la Asociación de la Judería de Córdoba como consecuencia “del olvido de las administraciones” y con el objetivo de devolver el valor al Casco Histórico de la ciudad a través de la iniciativa privada y atraer a los propios cordobeses a consumir en alguno de los 274 establecimientos de la zona.
La presidenta de la nueva asociación, Laura Roda, explicó ayer que la caída de las ventas en la zona alcanza el 83%. De esos 274 establecimientos, 31 abren los fines de semana y solo cuatro lo hacen durante la semana; el resto de ellos se encuentran cerrados. “Los negocios han llegado a un punto en el que no pueden asumir la falta de turistas y la falta de cordobeses”, lamentó durante la presentación del colectivo. Que exista una diferencia entre los establecimientos de la Judería y cualquier otra zona de la ciudad es, también, de los primeros objetivos que persigue alcanzar la organización, pues consideran que las restricciones afectan más a unos que a otros. Para ello, se han reunido ya con el alcalde de Córdoba, José María Bellido; la delegada de Cultura, Marián Aguilar; y la nueva delegada del Casco Histórico, María Luisa Gómez Calero, que se estrena en la delegación con el compromiso de buscar soluciones a la situación de estos empresarios y autónomos.
La asociación pide “la discriminación positiva de la zona” para lograr reducir la desigualdad que aseguran existe entre una tienda o un bar de cualquier barrio de Córdoba respecto a los que están ubicados en las zonas turísticas. Roda explicó que el Ayuntamiento se ha comprometido, “verbalmente, nada por escrito todavía”, a tener “un miramiento especial hacia la zona”, pero “aún no saben bien cómo articularlo a nivel legal, porque eso se hará siempre y cuando lo permita la legalidad”.
Los empresarios parten de la base de que la Judería no es un barrio vivo; en él viven solo 63 vecinos que no consumen como puede ocurrir en otras zonas de la capital cordobesa, y “son pocos para la cantidad de tejido empresarial que hay”.
Roda criticó que “no hay un plan turístico preparado para la vuelta” y les “preocupa el futuro”. Y, además, denunció que los propietarios de los comercios han tenido que limpiar las calles y humedades que aparecen porque “las actividades de limpieza se han visto reducidas”, no ven “un mantenimiento ni un cuidado”. “Hay muchas familias que están agonizando, muchos negocios que ya no volverán a abrir, y mientras tanto contemplamos estupefactos la falta de acción por parte de las administraciones, en uno de los barrios más emblemáticos de Córdoba”, afirmó la asociación.
La primera actividad que organiza para atraer gente a visitar la zona se denomina Saetas del pueblo en la Judería: “Los balcones se lle
El Domingo de Ramos pretenden atraer gente con la actividad ‘Saetas del pueblo en la Judería’
narán de vida y de una tradición muy nuestra”. Se celebrará el Domingo de Ramos de 13:00 a 15:00 y de 19:00 a 21:00, y el Jueves y Viernes Santo de 19:00 a 21:00.
La organización ya está programando otras actividades para los fines de semana como crear casetas vivas en algunos establecimientos, un llamamiento a que durante el Mayo Cordobés las mujeres y niñas se paseen por el barrio con sus vestidos de gitanas, talleres de sevillanas en espacios al aire libre, y venenciadores de vino, con el apoyo de la Denominación de Origen Montilla-Moriles.