Tres citas para decidir los objetivos finales
● Ciudad de Lucena y Salerm se miden en un derbi de altura; filial y Pozoblanco, ante duelos claves
La penúltima jornada de la primera fase del subgrupo B del Grupo X de Tercera División depara partidos de alto voltaje para los equipos cordobeses. Lucena acoge un derbi comarcal entre los locales y el Salerm Puente Genil con mucho en juego, al igual que El Arcángel abre las puertas a un Córdoba B que busca sellar la tercera plaza ante el Utrera. Por otro lado, el Pozoblanco quiere dar la sorpresa en Lepe ante el líder, el San Roque.
El primero que entra en juego es el filial blanquiverde, que tiene una cita vital hoy ante el Utrera. A falta de dos citas para acabar la primera fase, los blanquiverdes igualan a 27 puntos con los utreranos y el Salerm Puente Genil en la tercera plaza, la última que da acceso a pelear por el ascenso en la segunda etapa de la competición. De este modo, el que consiga los tres puntos dará un paso de gigante para obtener este billete final.
Tras ganar al Coria en la anterior jornada (1-2), el filial cordobesista volvió a la senda del triunfo y recuperó la tercera plaza, al aprovechar el pinchazo del Utrera en casa ante el líder, el San Roque de Lepe (2-3), y el empate del Salerm Puente Genil en el Polinario ante el colista La Palma (1-1). Con estos resultados, los blanquiverdes igualan a 27 puntos con utreranos y pontanos. De hecho, pueden cerrar su clasificación hoy para pelear por el ascenso si ganan a los sevillanos en El Arcángel y pierde el cuadro de Puente Genil ante el Ciudad de Lucena. A ello se debe unir que el Pozoblanco, último rival de los de Germán Crespo en esta primera fase, no gane su cita en Lepe ante el San Roque.
Para esta cita, el Córdoba B, que ha pedido el apoyo del cordobesismo para que cubra las 800 plazas disponibles en El Arcángel, mantiene la baja de Manolillo, pero se han unido a la enfermería Juan Luna, que no pudo terminar el duelo en Coria, y Tellado, lesionado en el entrenamiento de ayer. La buena nueva es que Germán Crespo recupera efectivos. De este modo, vuelven Álex Sánchez, que ya cumplió su duelo de castigo, Meléndez y Ale Marín, tras solventar sus problemas físicos, y Núñez y Luismi, al bajar del primer equipo.
El siguiente que se pone en liza de los equipos cordobeses es el Pozoblanco, que busca dar la campanada en Lepe ante el San Roque. Los vallesanos, sextos clasificados, buscarán un triunfo para dar el gran paso hacia la permanencia y poder incluso pelear hasta la jornada final por la tercera plaza.
Tras apuntarse la victoria ante el Sevilla C (1-0), los pozoalbenses volvieron a la senda triunfal y se colocaron sextos, tras adelantar al filial hispalense en la clasificación. Con 24 puntos en el casillero, los de Emilio Fajardo están a tres puntos de la pelea por la tercera plaza, aunque tienen solo un punto por detrás a los sevillistas. De este modo, se antoja clave sumar en Lepe para seguir optando a cotas más altas y cerrar así la permanencia lo antes posible. Para esta cita, el Pozoblanco tiene la importante baja de Santacruz, que se perderá este compromiso por lesión.
Por último, Lucena acoge un derbi comarcal con mucho en juego entre el cuadro local y el Salerm Puente Genil. Los lucentinos quieren recuperar el liderato en estas dos últimas jornadas, mientras los pontanos se conjuran para cortar la gran dinámica de los celestes en casa para pelear hasta la jornada final por la tercera plaza.
Para este envite, el Ciudad de Lucena tiene la única ausencia de Maero, que se pierde la cita ante su exequipo por lesión. El resto de jugadores están disponibles para un Dimas Carrasco que podrá volver a utilizar la polivalencia de su grupo. Por su parte, el Salerm Puente Genil, que suma cinco puntos de nueve posibles en los últimos tres partidos, tiene la baja de Álvaro García. De este modo, Cristian Agredano volverá a colocarse bajo palos de la portería pontana. También se pierde este compromiso Germán, que sigue con su proceso de recuperación de su lesión. Eso sí, el que vuelve tras cumplir su partido de sanción es Ezequiel Lamarca, una pieza básica en los planes ofensivos de un técnico villarrense que regresa a la que fue su casa.