El SAS empezará a vacunar a los mayores de 70 años a partir del día 15 de abril
La cepa británica dispara la cifra de contagios en Doña Mencía
La Junta ha comenzado a inyectar la de AstraZeneca a la población comprendida entre 55 y 65 años
Ángel Robles
Primero como una ola y después como un tsunami, la localidad cordobesa de Doña Mencía se ha convertido en el principal foco de transmisión del covid-19 no solo de la provincia, sino del conjunto de Andalucía y, como advirtió ayer lunes el alcalde menciano, Salvador Cubero (IU), de España. Según los datos oficiales del Instituto de Estadística y Cartografía (IECA), el municipio de la Subbética registra una tasa de 6.868,9 casos por 100.000 habitantes, resultado de sumar 317 contagios en los últimos 14 días.
Es, con diferencia, la incidencia más elevada del conjunto de la comunidad autónoma, sin parangón en ninguna de la provincias. Y, según los rastreadores que investigan el foco, la explicación de esta virulencia se encontraría en la cepa británica, hasta ahora poco presente en la provincia de Córdoba, como han confirmado distintas fuentes.
En situación de riesgo extremo, la localidad se mantiene en grado II de nivel 4, la máxima alerta que contemplan las autoridades sanitarias andaluzas. Hay cierre perimetral y los bares y todo el comercio no esencial se encuentran clausurados. Los vecinos, además, siguen un autoconfinamiento estricto que mantiene las calles vacías en plena Semana Santa, los días “mayores” en la localidad, como lamentó el propio alcalde. La situación, dijo, se vive “con cierta amargura y mucha tristeza, porque siempre ha sido una semana esplendorosa, con muchísima actividad económica que se ha perdido”. Pero ahora toca “apretar los dientes, ser solidarios y colaborar” para intentar pasar página lo antes posible.
A estas sensaciones se une otra igual de potente. Pues el municipio vive con “cierta indignación” lo acontecido en las últimas dos semanas, ya que la “tardanza” de la Junta de Andalucía en tomar decisiones llevó a perder “una semana de un tiempo precioso”. De ahí que el Ayuntamiento mencionano haya hecho un requerimiento a la Delegación de Salud para que flexibilice los protocolos con el fin de “adaptarlos mejor a la realidad” y “no haya que esperar una semana para tomar medidas drásticas si se detecta un foco potente”. Es decir, el comité de expertos se reúne de jueves en jueves: si el rebrote se detecta un viernes hay que esperar casi una semana sin más medidas que la voluntad de los vecinos. Es lo ocurrido en Doña Mencía.
Con las calles vacías y el fervor cofrade confinado casi en idénticas circunstancias que en 2020, en la localidad queda la gran incógnita de qué ha podido pasar para llegar a esta situación. “No sabemos qué ha pasado, y mucho nos tememos que no ha pasado nada en especial, no se ha hecho nada diferente a lo del último año o algo distinto a lo que han hecho otros municipios”. De ahí que, sin un vector concreto que seguir, los rastreadores apunten a la variante británica, mucho más virulenta y con una capacidad de transmisión vertiginosa.
De hecho, como informa el alcalde, hasta el momento no se ha podido determinar el origen del primer foco, y difícilmente se sabrá a la vista de las dimensiones que ha tomado el rebrote. Sí se conoce, en todo caso, que el 50% de los contagios se han producido en el ámbito educativo, de manera que hay decenas de positivos entre los alumnos del colegio de Primaria Los Alcalá Galiano, del instituto de Secundaria Mencía López de Haro e incluso en la guardería.
Además, gran parte de los docentes han dado positivo en las úl
Las familias se plantan y deciden no llevar a sus hijos a clase tras la Semana Santa
timas horas pese a que ya se han vacunado. En el instituto, en un claustro de 23 profesores hay confirmados 17 contagios; en el colegio, de un claustro de 28, se han detectado por el momento ocho infecciones. De nuevo, los vecinos miran con “gran indignación” a las autoridades competentes, en este caso las delegaciones de Educación y Salud, por no haber tomado medidas drásticas cuando se detectó que el SARS-CoV-2 empezaba a transmitirse con virulencia en los colegios.
En este contexto, la comunidad educativa ha decidido tomar posturas “sin esperar a ver qué van a hacer en la Junta”, advirtió el alcalde. Los padres, reunidos este fin de semana, acordaron no llevar a sus hijos a clase una vez que pase la Semana Santa y “hasta que la situación en el pueblo sea segura”. “Las familias lo han decidido y el Ayuntamiento las apoya”, aseveró el primer edil. Los sindicatos CSIF, CCOO y UGT han sido unánimes al solicitar que las clases se corten.