El Festival de Málaga repite modelo: más cine y menos eventos sociales
La celebración del Festival de Cine de Málaga en agosto de 2020, aplazada desde marzo, entrañó un antes y un después en lo relativo a la gestión de actividades culturales en el año de la pandemia. Tras meses de clausura, y con cancelaciones y adscripciones exclusivas al modelo digital a diestro y siniestro, la cita se atrevió a celebrar su vigesimotercera edición pese a las severas restricciones sanitarias.
El director del certamen malagueño, Juan Antonio Vigar, presentó ayer el cartel de la próxima edición, que se celebrará del 4 al 13 de junio, en una situación epidémica, eso sí, “distinta a la del año pasado, por más que la incertidumbre sea aún notable”, apuntó Vigar. En todo caso, la apuesta del festival pasa por mantener el modelo que pese a las grandes dificultades tan buen resultado dio en 2020; esto es: más cine y menos eventos sociales.
“El año pasado decidimos sacrificar estos eventos sociales y apostar por el cine dado que en las proyecciones es más fácil garantizar la seguridad. Este año volveremos a conceder todo el protagonismo a nuestras secciones oficiales e iremos estudiando la posibilidad de celebrar eventos sociales en función de la evolución de la pandemia. Pero el modelo será, en definitiva, el mismo”, recalcó Juan Antonio Vigar.
Apuntó además que el equipo del Festival de Málaga “trabaja actualmente en la organización de dos ediciones: la número 24, en junio; y la 25, que celebraremos en 2022 y que, por aquello de las bodas de plata, será muy especial. Contamos con que para entonces podemos desarrollar nuestras actividades ya en las condiciones más favorables”, dijo Vigar.