ENSAYISTA DE ÉXITO
De su libro El florido pensil, un ensayo en tono de humor sobre la educación en los tiempos de Franco, se llegaron a vender 350.000 ejemplares. Tiene otro titulado La morena de la copla, sobre la condición de la mujer en el reciente pasado. Su afición a los cómics le hizo escribir ¡Tente, iracundo otomano! Nació en Madrid en 1948, pasó su infancia en Linares y después ha vivido toda su vida en Granada, donde ha sido profesor de Derecho Internacional. Hasta el inicio de la pandemia ha intervenido en un programa de Ciencia en Canal Sur. Y tiene un perro que se llama Morgan. el pasado se disipe o, peor aún, se enmarañe y nos confunda de esta manera. El que ahora lucharía contra los sarracenos, vale decir inmigrantes, homosexuales, feministas, refugiados, animalistas, ecologistas…, el paladín de las políticas racistas, xenófobas e intolerantes sería El Guerrero del Antifaz.
–Usted ha colaborado en un programa de Ciencia en Canal Sur. ¿Cree que vamos a salir vivos de esta? –Conseguir acabar con todo vestigio de vida humana sobre la Tierra es una ardua y penosísima labor, pero estamos en la senda correcta; que no quepa la menor duda. La destrucción de la selva amazónica, por ejemplo, progresa más que adecuadamente y sus consecuencias son más y mucho más graves que las que usualmente se comentan. Ya digo, por poner solo un ejemplo. De todas maneras, lo de cuidar el planeta es una tontería de cósmica magnitud.
–¿Por qué dice eso? Hay mucha gente interesada en salvar el planeta.
–Pues porque al planeta le da igual enfriarse que calentarse, que se vayan unos o que vengan otros: ha habido varias extinciones masivas y ahí sigue, tan pancho. Cuatro mil cuatrocientos y pico millones de años –seis mil años, según la Biblia– tiene ya. Una bolita rocosa que gira en torno a una estrella, una estrella que junto a doscientos o trescientos mil millones de estrellas más forman La Vía Láctea, una galaxia, a su vez, entre miles y miles de millones de galaxias… Y nuestra especie, nuestra penosa especie, que no lleva más de un cuarto de hora o veinte minutos existiendo, se cree el centro del universo, reina del mambo, indestructible… Mira tú la cagadita de mosca, incapaz de garantizar su supervivencia.