El Córdoba arranca la segunda fase a domicilio
Los blanquiverdes visitan al ● Tamaraceite con la obligación de sacar un resultado positivo
Domingo de ¿resurrección? Ese es el objetivo del Córdoba, que visitar al Tamaraceite en el arranque de la segunda fase de la competición en Segunda División B, con la obligación de traerse un buen resultado en la maleta para no ir a remolque ya desde el inicio en un tramo de la competición que será un visto y no visto, pero que determinará el futuro para la entidad cordobesista.
Con solo seis partidos por delante y un punto de desventaja sobre el segundo clasificado, el Córdoba parte sin red de seguridad en esta fase del campeonato, en la que debe asegurar su presencia en la Primera RFEF de cara al próximo curso, evitando quedarse anclado en una Segunda RFEF que dejaría muy tocado el proyecto deportivo de Infinity en el club.
Dos semanas después del mazazo sufrido ante el Betis Deportivo, con el fracaso ya asumido por el club y un largo periodo de reflexión en el vestuario, el Córdoba tiene ante sí la oportunidad de empezar a redimirse y construir su futuro desde la tercera categoría del fútbol español, sin más sobresaltos en una temporada que ya de por sí está resultando negativa, pero que aún puede acabar peor.
El primero de los seis duelos en los que los blanquiverdes se jugarán el objetivo de tener plaza en la Primera RFEF tendrá lugar en el Juan Guedes de Las Palmas de Gran Canaria, un feudo muy particular, por sus reducidas dimensiones y su césped artificial, una superficie que ni tan siquiera está entre las mejores de hierba sintética que hay en la categoría. Por eso, para intentar tomar contacto con la dura realidad que les espera en tierras canarias, el Córdoba hizo sus dos últimos entrenamientos en Miralbaida, un campo acorde al que defiende el Tamaraceite, que ha hecho de su feudo el fortín en el que ha edificado buena parte de la gran primera fase que cuajó, en la que se convirtió en la revelación del subgrupo IV-A.
Pero las particulares características del estadio no serán el mayor escollo al que se enfrente el equipo de Pablo Alfaro. El Tamaraceite es, además, un equipo atrevido, que en su feudo va a buscar los partidos sin miedo y que cuenta con jugadores muy a tener en cuenta. Su especial conexión con Las Palmas ha propiciado que muchos ex del cuadro amarillo acaben en sus filas. Entre ellos, el central David García o el atacante Asdrúbal, dos hombres que vivieron en el césped el ascenso a Primera del Córdoba en Las Palmas y que ahora afrontan el tramo final de sus carreras en este modesto equipo canario.
Con todo, la cara más conocida para el cordobesismo es un López Silva que sigue dejando muestras de su excelente calidad técnica, aunque lógicamente su rendimiento físico ya está lejos del que ofreció en sus mejores días.
La poca entidad histórica del rival no debe suponer un exceso de confianza para el Córdoba, que sudará de lo lindo en su intento de ganar en territorio canario. Pablo Alfaro es consciente de ello y agitará su once inicial en busca de la rehabilitación anímica de su equipo. Isaac Becerra podría volver al equipo titular y Xavi Molina ocupará el puesto de Alberto del Moral. En la mediapunta, las cábalas son múltiples, pues Javi Flores y De las Cuevas parten como teóricos suplentes, pero podría estar perfectamente de inicio si el técnico decide apostar por los pesos pesados del vestuario.