Los expertos avisan de la falta de profesionalización del enoturismo
● Aconsejan impulsar la Sierra y las visitas a las bodegas y lagares como ejes para que Montilla sea referente del sector
Crear un circuito turístico en la Sierra o abrir las bodegas en horario regular durante los días entre semana son algunos de los retos que el Ayuntamiento de Montilla debería de afrontar a la mayor brevedad posible para convertir a la localidad en referente del turismo en el Sur de Córdoba. Estas son algunas de las acciones concretas que proponen los agentes entrevistados en el transcurso de la elaboración del informe sobre microsegmentación del turismo en Montilla, que el Consistorio acaba de hacer público.
Los expertos deslizan una veintena de recomendaciones que ponen especial énfasis en la enología y el medio ambiente, con la Sierra como principal ámbito que habría que potenciar. Así, proponen crear un circuito que recupere las antiguas sendas para recorrerlas a pie, en bicicleta o con transportes respetuosos; diseñar un mapa atractivo y manejable de la zona, en el que estén señalados los principales lagares, las fuentes más representativas y los miradores; resolver el problema de aparcamiento del Cerro de Don Juan, o diseñar una ruta circular que finalice en un lagar, de una hora aproximadamente, y que pueda servir de reclamo para extranjeros desde febrero a junio.
Entre las recomendaciones más llamativas, está la creación del Montilla Monday, es decir, articular la infraestructura necesaria para que aquellos alojamientos de Córdoba que tengan viajeros interesados en pasar un día de campo puedan llegar a Montilla de forma rápida, aprovechando que el lunes es el día de cierre de los monumentos en la capital. O algo tan básico como abrir las principales bodegas en diferentes horarios por las mañanas los días entre semana, de manera que sea posible visitar varias de ellas en una escapada. Para los expertos, también es clave que los fines de semana estén abiertas sin necesidad de cita previa, porque esto “genera la sensación de publicidad engañosa”.
Trabajar en la apertura de un hotel que tenga suficiente entidad para acoger a grupos de 25 personas con un poder adquisitivo medio-alto, pues “la falta de un alojamiento de calidad y de referencia en Montilla es un hándicap determinante”; promocionar una fiesta del aceite nuevo al aire libre; crear una ruta de tapas bien diseñada y divertida; o solucionar el problema de la falta de taxis disponibles son otras recomendaciones de los expertos.
Los técnicos también llaman a buscar fórmulas para mantener todas las iglesias de Montilla abiertas durante un horario para visitas turísticas, cobrando una entrada; diseñar un dossier atractivo de los espacios disponibles para congresos, entre los que ca
La carencia de un alojamiento “de calidad” también supone un “hándicap determinante”
bría incluir bodegas, lagares o restaurantes que realizan cátering; o valorar la posibilidad de que el turismo entre a Montilla por el barrio de La Escuchuela y desde allí ascienda hasta el Castillo para fomentar la visión de esta parte del casco antiguo de la localidad.
En el capítulo de conclusiones, el informe “urge a profesionalizar la gestión del Turismo y redefinir las políticas con criterios técnicos y especializados”. “El turismo en Montilla arrastra problemas estructurales desde hace décadas y tiene una excesiva dependencia de los grupos parroquiales y asociaciones. Frente a esto, las principales ciudades cordobesas están consiguiendo hacer del turismo uno de sus principales motores, lo que quiere decir que en Montilla la falta de unión del sector está provocando pérdida de oportunidades”, advierten los técnicos.
Y avisan de que en la ciudad de la Campiña Sur el turismo “es un diamante en bruto que debe explotar sus recursos tanto a nivel de patrimonio cultural, como gastronómico o agroturístico”. Ahora bien, para los expertos está claro: “Debe construir el relato del territorio a través del vino para evitar dispersar energías. Además, el tipo de turista de cuantos pasan por nuestro territorio que mayor impacto económico genera y por volumen de visitas es el enoturista”. Parte del problema estructural es que, a juicio de los expertos, “las bodegas no terminan de creer en el turismo como un negocio aparte”. Y ello es porque el enoturismo necesita de un plan de negocio propio, unos equipos bien dotados cualitativa y cuantitativamente y una apuesta horaria amplia para abrir domingos y festivos, acompasada con las necesidades del viajero, avisan.