Tras la pista de los jóvenes que son ya el futuro de la moda
● El talento de las firmas cordobesas se hace un hueco en la industria ● Jóvenes diseñadores afirman recibir escaso respaldo por parte de las instituciones
La industria de la moda de Córdoba está en auge. Cada año jóvenes talentos cordobeses se marchan de la ciudad para obtener una amplia formación en la industria textil y aprender de grandes diseñadores, todo ello con el objetivo de volver a su tierra de origen para establecerse y posicionar a la marca Córdoba dentro del mundo de la moda.
A pesar del talento y las creaciones que salen de la provincia, los diseñadores hacen hincapié en la falta de apoyo que reciben por parte de las instituciones cordobesas, no potenciando sus proyectos ni obteniendo respaldo en el posicionamiento que están creando con sus firmas.
Florencio Pérez es un diseñador cordobés que lleva una década trabajando en el mundo de la moda y que desde hace cuatro años lo hace como emprendedor de su propia firma. Afirma estar en este mundo por vocación, ya que desde niño plasmaba sus ideas en dibujos y jugaba con los tejidos. “Lo tenía muy claro, mi mundo era crear”, confirma. Pérez destaca a Córdoba como pura inspiración y comenta que cada una de sus colecciones tienen algo de la ciudad. Así, su primera colección se inspiró en la figura del escultor Noé Serrano y su colección Azahara, con la que desfiló en el Simof (Salón Internacional de la Moda Flamenca) en 2016, en el conjunto arqueológico de Medina Azahara. Su sello de identidad corresponde con el volumen y los volantes fruncidos de tul. Por su parte, el diseñador muestra la desilusión que encuentra por parte de las instituciones cordobesas, ya que, según afirma, “la moda cordobesa está huérfana en su propia ciudad, el apoyo es nulo”. No obstante, Pérez se siente encantado de poder instaurar en Córdoba cualquier evento relacionado con la moda y también sostiene que, en vez de llevarlo a cabo un empresario privado externo, el propio sector cordobés está preparado para realizarlo.
Tras estudiar Moda en el Instituto Marangoni de Milán y regresar a Córdoba, el diseñador Andrew Pocrid abrió su estudio hace seis años, después del éxito que obtuvo con su colección de moda flamenca con la que desfiló en Simof. A raíz de la situación originada por el coronavirus, Pocrid ha aprovechado para seguir desarrollando su firma y marcar sus diseños como prêt à porter, además de proyectos a nivel digital como la venta online de sus colecciones. Asegura que la clientela cordobesa es muy fiel y encuentra un gran apoyo en ella, lejos de lo que ocurre con las instituciones. El diseñador lamenta que siempre tiene que salir fuera de la ciudad para realizar sus desfiles. Por ello, el año pasado decidió organizar uno por primera vez en Córdoba, proyecto para el que no encontró la respuesta deseada ya que no se le permitió desarrollarlo en distintos espacios públicos de la ciudad, y lo acabó realizando en una hacienda particular. “Hay mucho talento aquí. Sería una buena oportunidad para atraer al público, pero el apoyo es nulo”, afirma.
Laura Aguilera estudió Diseño de Moda, siendo esta su segunda carrera. Siempre le llamó la atención la manera de expresarse a través de los tejidos y colores. Ha ganado premios en distintos certámenes tanto de moda flamenca como nupcial e incluso se ha
atrevido con la moda de baño. Ha trabajado junto a diseñadoras como Marcela Mansergas y Juana Martín, y en 2019 decidió montar su taller en Córdoba. Define su estilo como romántico con un toque moderno y afirma que uno de sus objetivos más definido es poder dedicarse a la moda nupcial y ser referente en la ciudad dentro de este sector. Sostiene que el público cordobés es clásico y un poco reacio a los cambios, aunque su clientela se deja asesorar y escucha las propuestas que la diseñadora tiene en mente. Laura Aguilera destaca la necesidad de crear más eventos y proyectos de moda en Córdoba, ya que, tal y como afirma, la ciudad tiene talento para ello. “El sector de la moda es un sector vacío en Córdoba. Para demostrar nuestro trabajo tenemos que ir a otro sitio, nos sentimos un poco desamparados”, concluye.
El diseñador Pedro Pires lleva una década en la industria. Empezó creando un blog donde ref lejaba sus ideas relacionadas con el sector de la moda. Estudió diseño en Sevilla y desde el primer año ya vendía sus creaciones en pequeños comercios de dicha ciudad. Especializado en patronaje industrial en Córdoba, tiene su propio estudio en el centro de la ciudad, donde da un trato personalizado a sus clientas. En sus prendas se puede observar un estilo romántico, y sus creaciones cuentan con toques vanguardistas y parten del estilo prêt à porter. Su objetivo es ser “profeta en mi tierra”, por eso, decidió asentarse en Córdoba. Desde el año pasado forma parte del equipo de docentes que integran la escuela de patronaje y moda La Mariposa de Hilo, unas de las pocas academias que imparten este tipo de formación en la capital cordobesa. Pires diseña prendas para fiestas y eventos, lo más demandado por la clientela, aunque afirma que “la gente debería lanzarse a invertir en prendas para toda la vida”. Destaca de Córdoba el color y el folclore andaluz y afirma no querer dejar su tierra para dar a conocer su trabajo, a pesar de las pocas oportunidades que encuentra en las instituciones cordobeses: “El apoyo es nulo, el único apoyo que he encontrado es por parte de mis clientas. Pierden una oportunidad muy buena de exportar la marca Córdoba”.
Rafael González Valverde, diseñador de la firma Rafa Valverde, aprendió a coser con tan sólo 12 años, gracias a una vecina de su pueblo, Almodóvar del Río. Ha trabajado con firmas como Roberto Diz, Antonio García y Palomo Spain y ha desfilado durante varias ocasiones en Simof. Realizó sus estudios superiores de Diseño y Gestión de Moda y en 2018 abrió su taller donde atiende de forma personalizada a sus clientas. Define su estilo como un clásico renovado, cómodo, natural y con especial cuidado en los detalles. Asegura que sigue con nuevos proyectos para dar a conocer a sus novias y resalta todo el talento que encuentra en el sector de la moda en Córdoba. La última vez que intentó realizar un desfile en la ciudad no obtuvo respuesta positiva. “Me recorrí toda Córdoba para buscar un sitio y te dicen que no, no se da la oportunidad ni de presentar un proyecto”, comenta. Afirma que al realizar un evento en la capital, contaría con proveedores cordobeses y el beneficio sería para la ciudad. “Yo hago el desfile y contrato a músicos, modelos, cantante, sonido, iluminación... todo de aquí y me dejo el dinero en mi ciudad”, concluye.
Joaquín Serra es un joven diseñador de Villa del Río que cambió el mundo de la arquitectura por la industria de la moda. Empezó a desarrollar su firma a la misma vez que realizaba sus estudios. Actualmente estudia una cátedra internacional de Moda Flamenca en una escuela sevillana, desde donde prepara la oportunidad de poder desfilar en Verona, Granada y París el año que viene. Define su estilo como “elegancia dentro de la sencillez”. No le gusta los excesivo, pero sí lo llamativo. A pesar de sentirse “supercordobés” y ser Córdoba la ciudad en la que mayor inspiración encuentra, no sabe firmemente donde instalará su estudio. Aspira a focalizarse en dos ramas, la alfombra roja y la moda flamenca y encuentra en el público cordobés un aliado para realzar sus diseños, ya que sus clientas se dejan asesorar y se muestran muy “satisfechas y agradecidas” con el resultado. Respecto al apoyo de las instituciones, Serra no entiende el poco respaldo con el que se cuenta.
La firma Hugo Clavelina ha celebrado este 2021 cinco años de vida. Se caracteriza por su línea masculina, aunque su diseñador afirma que desde hace un año están incorporando la línea de señora. Hugo Clavelina, su creador, empezó en el mundo del diseño por casualidad, ya que él se dedicaba al modelaje, y comenzó en la industria con la creación de tocados. La mayoría de su clientela es de fuera y masculina. En el público cordobés encuentra mayor apoyo en la línea de señora. El diseñador afirma que sus colecciones siempre han estado inspiradas en Córdoba. Ha encontrado respaldo por las instituciones cordobesas desfilando en dos ocasiones en la ciudad, una en la Sala Orive y otro en la Posada del Potro; no obstante afirma que no hay total implicación para favorecer a la industria de la moda. Clavelina recuerda su paso en Fitur representando a la moda en la provincia de Málaga gracias a su participación en la Pasarela Larios, y reconoce que iniciativas como esas pueden favorecer la marca Córdoba.