El Córdoba ratifica a Pablo Alfaro y confía en voltear su situación crítica
● El club apuesta por la continuidad del técnico aragonés pese a la mala situación clasificatoria del equipo y el riesgo de caer a la Segunda RFEF el próximo curso ● La falta de alternativas fiables frena la drástica decisión
Rafael Cano
Pablo Alfaro seguirá siendo el técnico del Córdoba. Al menos de momento. Así lo decidió la directiva del club, que ayer analizó en profundidad la situación deportiva en la que se encuentra el primer equipo después de la derrota ante la Real Balompédica Linense. Cuando restan solo cuatro semanas para el final de la competición, la falta de alternativas en el mercado y la poca garantía que ofrece un nuevo volantazo en el banquillos son los factores que han llevado a los dirigentes a no pulsar esa tecla.
El severo traspiés del domingo ante la Balompédica Linense volvió a poner en el alero la continuidad del entrenador aragonés, como ya sucediera hace apenas tres semanas, cuando se confirmó al cierre de la primera fase que el equipo no pelearía por estar en Segunda División el próximo curso.
Pese a la evidente pérdida de confianza en la figura del técnico, tanto dentro como fuera del vestuario, el club considera que la opción más adecuada es la continuidad de Alfaro, después de analizar una situación compleja que presentaba pocas alternativas.
Por un lado, la opción de que fuese alguien de la dirección deportiva el que tomara las riendas del equipo, con Juanito como principal candidato, quedó descartada con el cierre de la primera fase. Además, la apuesta por Germán Crespo, técnico del filial, supone arriesgada y toda una complicación para un técnico joven que está consiguiendo buenos resulta
dos con el segundo equipo en su primer año en la entidad.
Por último, el listado de técnicos disponibles para agarrar las riendas del equipo no presenta alternativas que se vean como garantía de una reacción inmediata. Por todo ello, y después de un día largo de reuniones e intercambio de impresiones entre la dirección deportiva y la directiva, y entre la directiva y el propio cuerpo técnico, la decisión es seguir apostando por la reacción del equipo en estas
cuatro semanas, con la esperanza de que los resultados aún alcancen para conseguir ese objetivo mínimo de la Primera RFEF.
Esa continuidad de Alfaro se sustenta más en las especiales circunstancias del curso actual que en la confianza en su labor, que tampoco queda bien parada bajo el frío análisis de los datos. Los números del técnico aragonés en el banquillo del Córdoba superan por poco el 50% de los puntos en juego conseguidos. En 14 partidos de liga, el conjunto blanquiverde ha conseguido con Pablo Alfaro seis victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. En ese periodo, el equipo sumó 22 de los 42 puntos que disputó, un 52% del total.
Sus datos mejoran algo si se toman en consideración los tres partidos de la Copa del Rey, competición en la que el CCF consiguió con Alfaro dos victorias (ante el Albacete y el Getafe) y una derrota (ante la Real Sociedad). Pese a todo, el técnico no logró el objetivo de clasificar a su equipo entre los tres primeros en la primera fase de la liga y en esta segunda ha visto como el reto de hacerse con una de las dos primeras plazas, para poder jugar en la Primera RFEF el próximo curso, se ha complicado de manera notable.
Y es que el efecto revulsivo que generó Alfaro en el vestuario de El Arcángel ha terminado por diluirse. Con el maño al frente, el Córdoba consiguió ganar tres de sus cuatro primeros partidos de liga y empatar el otro. Sin embargo, el declive posterior ha terminado por asomar de nuevo las pobres cifras que el equipo consiguió con su predecesor, un Juan Sabas que en seis partidos solo logró dos triunfos, dos empates y dos derrotas (el 44% de los puntos en liza).
Pese a la complicada situación y unos registros que no dan para imaginar un final de temporada radicalmente distinto, el Córdoba ha decidido otorgar un nuevo voto de confianza a su técnico. Todo ello con la esperanza de que los cambios se vean ya desde el domingo en Cádiz.