El presidente defiende que su plan fiscal no contradice el de Gabilondo en Madrid
● El candidato socialista se reafirma en que no tocará los impuestos ● Ayuso alerta de que Moncloa “espanta a los inversores”
La propuesta de reforma fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez copó ayer la precampaña madrileña con la implicación del propio jefe del Ejecutivo, quien defendió que su plan de armonizar tributos como patrimonio, sucesiones y donaciones, como pide la UE, no contradice la promesa del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, de no subir impuestos en Madrid.
El debate sobre los impuestos irrumpe en la precampaña madrileña después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, incluyera entre sus prioridades de reforma fiscal la armonización de determinados tributos “vinculados a la riqueza”, como los impuestos de patrimonio y sucesos y donaciones, para evitar que la descentralización “deje vacíos” algunos de ellos.
Pese a ello, Gabilondo reiteró ayer su “compromiso” de “no tocar los impuestos” en los dos próximos años mientras la presidenta regional y candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó para comprometerse “personalmente” a realizar “una bajada histórica” del IRPF.
Ayuso aseguró que se va a “rebelar contra cualquier imposición fiscal” que pretenda llevar a cabo el Gobierno de Sánchez y defendió que precisamente los bajos tipos que su Gobierno aplica a estos impuestos –en el caso de sucesiones y donaciones, bonificado prácticamente en su totalidad– permiten seguir recaudando y atraer inversión a Madrid.
“Han realizado una serie de anuncios gravísimos de subidas de impuestos en la Comunidad de Madrid, algo que, sin duda, espanta a la iniciativa privada y al capital que son clave para nosotros en nuestra economía. Me gustaría que hiciera lo mismo y que le dé el mismo trato al resto de las comunidades autónomas”, se quejó Ayuso.
El portavoz de su Gobierno, Enrique Ossorio, atribuyó a los “pactos” de Sánchez con Cataluña esta armonización fiscal, y opinó que es una “incongruencia” que se anuncie esto al mismo tiempo que Gabilondo promete que si gobierna no tocará los tributos en dos años.
Sánchez rechazó ayer que haya contradicciones entre la voluntad de su Gabinete y las promesas de su candidato, porque lo que Gabilondo defiende se circunscribe a Madrid y en cambio Moncloa persigue integrar en su reforma fiscal todas las “sensibilidades” autonómicas, que a veces difieren aún siendo gobernadas por el mismo partido. La posición de los partidos del
bloque de izquierdas discrepa de la del PP, Vox o Ciudadanos, y todos ellos entraron en el debate sobre la fiscalidad.
Cs garantizó que no subirá los impuestos, y su candidato, Edmundo Bal, prometió reducir el tramo autonómico del IRPF por vivienda habitual y ayudar a los jóvenes y familias que adquieren una hipoteca vital por comprar una vivienda en la región.
En posición diametralmente opuesta la candidata de Más Madrid, Mónica García, dijo que “el
Pablo Iglesias Candidato de Unidas Podemos La promesa de Gabilondo es una estrategia electoral, la izquierda asume la justicia fiscal”
desajuste fiscal” de la región madrileña “es conocido por todos”, y no puede ser “la comunidad de apadrina un millonario”. García propone acabar con los “regalos fiscales” que la Comunidad de Madrid hace “a los que más tienen”.
Para el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, según dijo el pasado lunes, la promesa de Gabilondo de no tocar impuestos es una “estrategia” electoral, porque “las fuerzas de izquierdas asumen la justicia fiscal”.
Iglesias está convencido de que si en Madrid gobiernan las izquierdas se asumirá su premisa de que se suban los tributos a las rentas más altas al margen de lo que el candidato socialista haya dicho en campaña.