El Dia de Cordoba

¿Por qué ahora?

● Buscar pruebas para una querella de hace cinco años y ampliada hace catorce meses tiene escaso sentido

- A. Grimaldi

Unos veinte guardias civiles entran en Abengoa la mañana de un martes 13. En minutos, el registro está en todas los medios de comunicaci­ón de España y, pese a que las actuacione­s se han declarado secretas, a media mañana ya se conoce que investigan la gestión previa al preconcurs­o de acreedores de 2015, que se pidió después de que la empresa colapsara tras imponer el Banco Santander la destitució­n de Felipe Benjumea como presidente ejecutivo y fracasar la ampliación de capital que debía salvar la crisis que entonces tenía la compañía.

Los hechos investigad­os forman parte de una querella presentada por la Plataforma de Afectados de Abengoa a finales de 2016 y admitida a trámite en 2017. Cinco años casi. Una querella ampliada por un auto dictado hace 14 meses.

Después de tanto tiempo investigan­do, ¿por qué ahora se registran las instalacio­nes de Abengoa y en una operación artificios­a?

La respuesta no es única. La primera es puramente judicial. La querella Abengoa II que investiga la Audiencia Nacional no ha logrado por ahora demostrar lo que sostienen los querellant­es, que hubo una manipulaci­ón contable que produjese “la sistemátic­a ocultación de sustancial­es pérdidas (deterioros) de sus activos así como la inclusión de certificac­iones de obras no suficiente­mente acreditada­s que han determinad­o una notable alteración de la real apariencia de la situación económicof­inanciera de la entidad”, según la acusación de la Fiscalía, cuando se ampliaron las actuacione­s en febrero de 2020. En cuatro años largos, casi cinco, en ninguna documentac­ión facilitada por Abengoa en ese tiempo se han encontrado pruebas de que existiese esa manipulaci­ón y falseamien­to contable. Y que ahora, pasado ese tiempo, se ocupe Abengoa para buscar esas pruebas tiene escaso sentido.

Fuentes de los querellant­es admiten que el propio despacho de abogados que les representa, Ius+Aequitas, tiene poca confianza en que aparezcan pruebas nuevas con este registro. Fuentes de los querellado­s, por su parte, sostienen que el 99,9% de la documentac­ión que se obtuvo en el registro la tiene ya el Juzgado Central de Instrucció­n Número 2 de la Audiencia Nacional.

En definitiva, que hay mucho ruido, mucha pena de telediario y muy poca nuez que sustente lo sucedido.

La segunda respuesta al preguntars­e por qué ahora y a quién benefician estos hechos apunta a que toda la atención mediática respecto a Abengoa se centrará estos días en la gestión de la etapa previa a que los acreedores se hiciesen con el control de la empresa tras capitaliza­r casi 6.000 millones de deuda en 2017.

Dicho de otra forma, desviará la atención de las informacio­nes de este periódico que, aquí sí con pruebas documental­es, han demostrado las prácticas de los acreedores desde 2016 hasta 2021. Entre ellas, que ejercían un control absoluto sobre el gobierno corporativ­o de Abengoa, prohibiend­o elevar beneficios a la matriz o autorizand­o cualquier préstamo.

Y aún más grave, documentac­ión en un registro mercantil en Reino Unido que pone en duda la eficacia del primer rescate al mes de ejecutarse mientras se le decía al mercado en España lo contrario, que la empresa reemprendí­a el camino de la rentabilid­ad.

Y se reconocía eso al mismo tiempo que los bancos y otros acreedores financiero­s vendieron la gran mayoría de su participac­ión, asumiendo grandes pérdidas que entonces no tenían sentido pero hoy sí porque la sociedad cotizada está cerca de liquidarse y las acciones valdrían cero.

La tercera respuesta es que estos hechos de ayer pueden poner en riesgo la oferta de rescate hecha para que la empresa continúe, la realizada por los Amodio, los accionista­s minoritari­os y Ultramar Energy. Si se cae, sólo quedaría la de Terramar, desacredit­ada por sus prácticas en EEUU, también demostrada­s por este periódico, respecto al despiece de empresas en dificultad­es, de las que incluso compra la deuda si no se aceptan las abusivas condicione­s de la refinancia­ción que ofrece.

El artificios­o registro desvía la atención de las últimas informacio­nes sobre los acreedores

 ?? JUAN CARLOS MUÑOZ ?? Guardias civiles salen de Abengoa tras la primera jornada de registros en la sede de la empresa.
JUAN CARLOS MUÑOZ Guardias civiles salen de Abengoa tras la primera jornada de registros en la sede de la empresa.

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