Entre los ritmos y el cambio de negocio en el sector industrial
Explicó los pasos que ya ha dado el Ayuntamiento de Cádiz, que hace poco se ha metido de lleno en este proceso, hasta el punto de que el propio alcalde es también concejal de Transición Energética.
Por lo pronto ya se ha rebajado un 14%, respecto a los datos de 2014, el consumo energético en las dependencias municipales. El Plan de Acción de Energía y Clima Sostenible prevé una reducción de las emisiones en un 40% en diez años. “Tras el tiempo perdido por la ciudad, estamos empezando a sacar adelante estos proyectos. Todo ello nos estimula, porque lo que no hagamos ahora en esta década lo lamentarán las próximas generaciones”.
En este sentido, al igual que el Consorcio, el Ayuntamiento de Cádiz busca la implicación de la ciudadanía. Por lo pronto, Eléctrica de Cádiz ya diseña, instala y legaliza los sistemas de autoconsumo en Cádiz y en otras ciudades, como comercializadora que es de este servicio. Junto a todo ello, se está formando a personas desempleadas para la realización de estos trabajos a la vez que se promueve lo que se denomina como Laboratorio de Emprendimiento Verde.
José María González valoró de forma muy positiva el trabajo que el Ayuntamiento realiza junto a la Zona Franca “que trabaja de una forma muy leal y efectiva en este desafío que supone crear un tejido de nuevas industrias sostenibles”.
Si Cádiz y la Zona Franca están dando los primeros pasos en este proceso de nuevo modelo económico, la localidad barcelonesa de Rubí ya lleva mucho trabajo adelantando. Al fin y al cabo ha sido una de las precursoras en España, pues desarrolla programas de apoyo a las energías renovables desde 2011.
Ana María Martínez, alcaldesa de esta localidad que cuenta con cerca de 80.000 habitantes y que en apenas 33 kilómetros cuadrados de superficie dispone de once parques de actividad económica, dejó claro que el camino que ellos emprendieron en su día “es el que deben seguir todos los municipios para garantizar la sostenibilidad de la industria y la economía”.
El carácter industrial de esta ciudad supone que el 40% de las emisiones y consumo energético se produce en este sector de la economía.
El plan iniciado hace ahora una década comenzó actuando sobre la propia administración municipal para extenderse al sector industrial, el comercio y el sector doméstico. A la vez se han planteado actuaciones en materia de promoción y sensibilización, transferencia tecnológica, rehabilitación energética, movilidad sostenible y autoconsumo.
En 2020 comenzó otro plan a diez años que, entre otras cuestiones, promueve la puesta en
“Tenemos que asumir que hace diez años se negaba el cambio climático. La conciencia social ha tardado en llegar pero ya está aquí. Es un compromiso de la administración con algo que es imparable”, afirma el delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González, a la hora de evidenciar que el proceso del cambio de modelo económico está en marcha en materia de apuesta de las
funcionamiento de autobuses compartidos por empresas, el comercio energético sostenible, la creación de una red de puntos para descarga de energía y la fiscalidad verde municipal. Se dispone de 80 puntos de suministro de energía que supone un ahorro medio del 7% en muchas empresas y hasta el 20% en otras. nuevas energías saludables y renovables.
El mismo representante del Estado, Carlos Montoya, es igualmente optimista con el ritmo, especialmente tras el impulso conseguido en los dos últimos años, destacando que se agotan las ayudas que se aprueban, como ha pasado en programas de movilidad y en rehabilitación de edificios.
La alcaldesa de Rubí, por su parte,
Este ahorro, además, beneficia al propio equipamiento: como ejemplo mencionó un centro escolar. El 50% de lo ahorrado se destinó al propio servicio; el resto se destinó a mejoras en el propio colegio ajenas al consumo de energía.
En todo este proceso, la administración central tiene un papel también ve que el ritmo de desarrollo comienza a acelerarse.
Por el contrario, José María González constata que “debemos acelerar porque vamos lentos. Estamos en una década decisiva y ya hemos consumido un año”. El alcalde gaditano y el delegado de la Zona Franca coinciden al afirmar que “el futuro de Cádiz y su Bahía pasa por un nuevo modelo productivo donde la energía renovable juega un papel esencial”, dice el primero. “Es el momento y el tejido industrial de la Bahía lo necesita”, concluye Fran González.
esencial. Carlos Montoya, del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asumió que “este es un reto de dimensiones colosales, tanto industrial como social que afecta no solo a España sino a nivel global”, destacando que la Unión Europea ya ha aprobado tres directivas relacionadas con la potenciación de la energía limpia, mientras que España ha elaborado el Marco Estratégico de Energía y Clima.
En todo este proceso calificó como “apasionante” el trabajo emprendido por la Zona Franca de Cádiz.
En la agenda nacional, el Gobierno se fija la meta de llegar a 2030 con el 75% del sistema de generación de energía en manos de las renovables, cuando ahora está en el 40%. Y en el 2050 alcanzar el 42% de la energía final renovable, duplicando el porcentaje actual.
“Son retos tremendamente ambiciosos pero los planes de lucha contra la pandemia destinan 70.000 millones de euros en recursos tanto para el entorno urbano como para el consumo industrial”.
Motores del proceso
Todos los participantes en el debate organizado por el Grupo Joly con la colaboración de la Zona Franca de Cádiz coincidieron en el papel de “punta de lanza” que deben de tener las administraciones a la hora de dar el impulso definitivo a este proceso.
Eso sí, José María González reconoció la lentitud de los procedimientos administrativos, valorando la rapidez de la iniciativa privada. La alcaldesa de Rubí indicó que las administraciones deben dar ejemplo y como tal mencionó como ya hay en su ciudad 15 comunidades de vecinos implicadas en las energías renovables.
Fran González manifestó que “las administraciones debemos liderar porque es una cuestión de compromiso ético porque el cambio de modelo es obligado”, destacando que este cambio es, en sí mismo, “una oportunidad. Avanzamos en un cambio de modelo, de gestión, pero también en la búsqueda de nuevas oportunidades. Debe ser un plan ambicioso para cambiar el modelo en la Bahía”, y más cuando persiste una crisis industrial que ahora toca de lleno al sector aeronáutico.
“Avanzamos también en la búsqueda de nuevas oportunidades en la Bahía”
“Éste es un reto de dimensiones colosales, tanto industrial como social”