La Balona, de fiesta, aparca la visita del CCF

Después de la enésima decepción de la temporada, el Córdoba ya piensa en apurar sus escasas opciones hasta la última semana. Para ello, el conjunto blanquiverde tendrá que superar a un equipo que vive una situación opuesta, desde que el pasado domingo hiciera los deberes. La Real Balompédica Linense recibirá al equipo de Germán Crespo el domingo sin nada en juego más que el honor, y después de una semana de celebraciones y entrenamientos más relajados que de costumbre, como el que tuvieron ayer.

Y es que la Balona y su gente siguen en modo celebración. El que conectaron el domingo, poco antes de las 20:00, cuando el conjunto de La Línea certificaba, con su empate en la Nueva Condomina ante el Real Murcia, que el curso próximo militará en la Primera RFEF. Más de un centenar de aficionados se dio cita en el Municipal linense para recompensar con palmas a los jugadores y técnicos que han conducido a la escuadra albinegra hasta el objetivo con el que había comenzado el curso. Los primeros de los muchos aplausos que les quedan por recibir hasta que el domingo próximo (17:00) disputen ante el Córdoba su último duelo en casa de la temporada.

Porque la sensación en torno al club de La Línea de la Concepción es que la temporada ya se ha acabado, con el objetivo cumplido, y los dos partidos que quedan por delante son un premio que, sin despreciar, habrá que jugar con una motivación muy distinta a la que puedan presentar los rivales, pero conscientes de que la cabeza

no estará ya al cien por cien en los puntos, felizmente intrascendentes para el equipo.

Un buen ejemplo de ello fue el entrenamiento de recuperación de ayer, en el que apenas hubo trabajo de campo para los jugadores, más allá de una charla del técnico, Antonio Calderón, y algunos ejercicios para soltar las piernas.

Esa relajación a buen seguro disminuirá, pero no se alejará del todo, pues el partido será para la Balona una fiesta con su gente, algo que podría allanar el camino del triunfo para el Córdoba.