Los viajes entre provincias abren una nueva fase de desescalada
● La Junta permitirá que haya clientes en los bares hasta las 23:00, aunque no reduce el horario del toque de queda ● La incidencia de la cuarta ola se ha frenado en la región
Los andaluces podrán moverse entre las ocho provincias sin excepción a partir mañana después del cierre decretado el pasado 15 de enero. Así lo anunció ayer el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien compareció ayer en el Palacio de San Telmo para detallar la reducción de las restricciones contra la pandemia del Covid-19 que se adoptaron para contener la propagación del coronavirus. De este modo da comienzo el principio de una nueva desescalada de la pandemia en Andalucía.
“La cuarta ola está siendo mucho más suave”, explicó el jefe del Ejecutivo andaluz para justificar la iniciativa, que va aparejada a la apertura de la hostelería y la actividad no esencial hasta las 22:30 en toda la comunidad autónoma, aunque los clientes podrán estar en las terrazas hasta las 23:00 siempre que respeten el límite máximo del toque de que
da. Este marco temporal de limitación de movimiento nocturno se mantiene entre las 23:00 y las 06:00. También continúa el criterio del cierre perimetral de los municipios con una tasas superior a los 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, aunque los horarios serán iguales en todo el territorio. Los municipios con incidencias mayores a 1.000 permanecerán como hasta ahora, es decir, con la clausura perimetral y de la actividad no esencial. Los municipios con menos de 5.000 habitantes, como era hasta la fecha, tendrán criterios excepcionales que irán resolviendo los diferentes comités territoriales semana tras semana.
Estas medidas, que darán inicio en la medianoche de entre hoy y mañana –completamente activo por tanto mañana jueves–, estarán vigentes hasta el 9 de mayo, ya que “no sabemos qué medidas podremos tomar” cuando acabe el estado de alarma. La Junta de Andalucía presentará la semana que viene qué escenario normativo regirá en la comunidad autónoma, según anunció ayer el vicepresidente andaluz, Juan Marín.
“Por delante de todo está proteger las vidas humanas”, insistió Moreno, quien también recordó que Andalucía es la autonomía “líder” en el proceso de inmunización a la población diana –sin contar a los menores de edad–, lo que también permite rebajar estas limitaciones vigentes hasta ahora. El 68,7% de las personas con más de 60 años, informó ayer el presidente, han recibido ya una dosis. Este dato, defendió Moreno, avala la apertura de las provincias, ya que se trata del grupo etario que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia en relación a cursos graves de la enfermedad o a muertes.
La apertura se confirma pues varios días después de que se difundiera un vídeo del presidente en un bar de Sevilla en el que adelantaba el levantamiento de las restricciones si la evolución de la pandemia en Andalucía era positiva. Lo cierto es que en los últimos días así lo ha sido, ya que la cuarta ola lleva ya casi una semana en descenso desde que alcanzó su pico.
Lo hizo el 19 de abril, cuando se alcanzó la incidencia de 264 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Desde entonces la tasa ha caído un 10% hasta los 237,7 casos de los que informó ayer el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. La reducción es significativa, aunque más lenta que en la tercera ola.
El pico posterior a las navidades fue mucho más pronunciado, así que las medidas para atajarlo fueron más expeditivas y permitieron reducir la incidencia un 23% en los 8 días posteriores al culmen. El hecho diferencial que ha permitido que esta ola se parezca más a una marea alta está en el creciente porcentaje de personas vacunadas y también en las diferencias que hay entre una fiesta como la Navidad, asociada a las reuniones en los interiores y la Semana Santa.
La reapertura de las provincias y de los establecimientos fue aprobada con el refrendo del comité de expertos que asesora a la Junta en materia de Salud Pública. Este gabinete técnico tiene en cuenta, además de la incidencia acumulada en 14 días, una serie de indicadores entre los que cabe reseñar la presión asistencial en los hospitales. El nivel de ocupación de las UCI, aunque más bajo que en anteriores olas y en relación al resto de España, sigue preocupando a los médicos. Ayer había 334 pacientes en la UCI. El pasado 15 de enero, cuando se cerraron las provincias, había 308.