División en torno al retraso de la segunda dosis de la vacuna
● La Consejería de Salud es partidaria de la demora para aumentar la población protegida y vuelve a plantearlo al Ministerio
Miguel Lasida
El debate persiste, al menos entre la comunidad científica, que sigue dividida en relación a la conveniencia de retrasar la segunda dosis de las vacunas con la técnica del ARN mensajero con el objetivo de incrementar la proporción de personas con una cierta inmunidad adquirida. La evidencia cada vez más consolidada de una suficiente protección aportada por una sola dosis y la urgencia de lograr una inmunidad colectiva en un contexto de escasez así lo sugiere.
La propuesta de los partidarios de espaciar la segunda dosis, entre cuyos más fervientes defensores se encuentra la Junta de Andalucía, consiste en completar la pauta vacunal desde las tres semanas del fármaco de Pfizer y las cuatro de Moderna a un periodo comprendido entre seis y ocho semanas. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, preguntada ayer sobre este particular, zanjó la cuestión recordando que la Comisión de Salud Pública, donde discuten y acuerdan técnicos de las comunidades autónomas, ha zanjado ya el debate con una negativa taxativa al modelo de demorar temporalmente la dosificación. Los investigadores, en cambio, mantienen sólidos argumentos en uno y otro sentido, resultando una distribución casi paritaria.
La distribución de partidarios y detractores ha sido de 50% a favor del espaciado frente al 49% contrario. Es la información que figura de una encuesta publicada en