El espionaje alemán vigila las protestas contra las restricciones por la presencia de ultraderechistas
Gemma Casadevall (Efe)
Las protestas contra las restricciones por la pandemia han quedado bajo el radar el espionaje alemán ante la creciente presencia de ultraderechistas en esas movilizaciones y su agresividad contra medios de comunicación, políticos y fuerzas de seguridad.
“Entre quienes acuden a esas convocatorias hay radicales de la derecha extrema, que usan el podio del descontento por las restricciones para propagar lo que, de otro modo, apenas tendría resonancia”, afirmó el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer.
El espionaje de su Ministerio ha decidido vigilar a “elementos y grupos” violentos mezclados entre los llamados Querdenker (pensadores transversales), principales convocantes de esas marchas.
“No hay nada criticable en las protestas legítimas contra las restricciones. Pero practicamos la tolerancia cero contra la violencia”, añadió Seehofer.
Las marchas de los Querdenker vienen produciéndose desde el inicio de la pandemia en Alemania, también en las fases de desescalada. En ellas conf luyen ciudadanos hartos de restricciones, comerciantes afectados por los cierres o seguidores de teorías de la conspiración, pero también ultraderechistas.
Varias de sus marchas, especialmente en Berlín o en Stuttgart (sur alemán), derivaron en disturbios con las fuerzas policiales, sea porque los asistentes no respetaban las normas de distanciamiento y uso de la mascarilla o tras detectarse entre ellos a extremistas.
En una de esas concentraciones se produjo un conato de asalto al edificio del Bundestag (Parlamento federal), protagonizado por los Reichsbürger (Ciudadanos del Reich), movimiento radical que no reconoce la autoridad ni las fronteras de la República Federal de Alemania (RFA), recordó Seehofer.