Apoyemos a pymes y a autónomos
Escuchando las propuestas de los distintos partidos en las elecciones madrileñas, nos damos rápidamente cuenta de que, mientras los partidos de izquierdas ven al empresario como un enemigo al que hay que estrangular a impuestos, los de la derecha tienen muy claro que cualquier recuperación económica pasa, sobre todo, por que quienes dan el 85% del empleo –es decir, pymes y autónomos– estén apoyados. Tengo el gusto de conocer a uno de esos empresarios de los que aún piensan que su mayor logro no ha sido emprender un proyecto empresarial y consolidarlo en el tiempo, ni siquiera haberle dado a su familia bienestar económico y un futuro; curiosamente, de lo que más orgulloso se siente es de que su empresa “le dé de comer” como él dice, a treinta y tantas familias, y más en los tiempos que corren. Se conoce perfectamente la vida de todos sus empleados y de sus respectivas familias, y cuando alguno de ellos tiene problemas de cualquier índole siempre está dispuesto a echar un cable. ¿Alguien puede decir con guasa que estos empresarios son como los billetes de quinientos euros, que se sabe que existen, pero que se desconoce dónde están? Y es que es evidente que las empresas, mientras más grandes, más deshumanizadas. A un trabajador no se le ve como un ser humano, se le ve como una pieza de un engranaje que puede ser sustituida por otra, solo importa el beneficio empresarial por encima de todo.
Alejandro Baeza (correo electrónico)