El Dia de Cordoba

La espera para la vuelta desde zonas ocupadas

-

L. Ángel Reglero (Efe)

Están cansados y enfadados. Muchos ucranianos esperan en Zaporiya a poder regresar a sus hogares, aunque estén en zonas ocupadas por Rusia, pero ven pasar los días sin que llegue el momento. Malviven en sus coches familias enteras, en una explanada a las afueras de esta ciudad ucraniana, donde muestran su malestar, pues algunos llevan hasta nueve días durmiendo y cocinando como pueden.

Van cada día temprano a ver si están en una lista en la que organizan la salida diaria de unos pocos coches que pueden cruzar a zonas controlada­s por los rusos, pero pasan los días y no lo logran.

Algunos, como la familia Kosuhin, han convertido su viejo coche Lada en una especie de tienda de campaña, con plásticos amarrados a un árbol para dar sombra mientras el sol aprieta.

La explanada ahora es el hogar provisiona­l de decenas de familias, sin duchas y con baños de pago. Vasyl, de 22 años, espera junto a sus padres, su hermana Anastasiya, de 14, su hermano Oleksiy, de 10, y su perro. Ellos llegaron el día antes y les prometiero­n que podrán salir dentro de cuatro, comenta el joven, rodeado de botellas de agua, mantas, útiles de cocina y un montón de bolsas. La familia fue una las evacuadas cuando la zona de Mykolaiv, más al sur, era bombardead­a, pero ahora cuando quieren volver, porque ya no hay combates, no pueden. “No sé, ya veremos”, se resigna, mientras recuerda que allí quedaron familiares y amigos con los que desean reencontra­rse.

Melitopol, Jerson o Mariupol son otros de los destinos a los que esperan llegar quienes primero tienen que apuntarse en una lista, para ver cada día si están entre los “afortunado­s” a los que autorizan a viajar, comenta un hombre. La elaboran entre la Administra­ción local y los militares.

Pero a este ritmo, con casi 140 apuntados y sólo diez coches que logran salir algunos días protegidos por militares ucranianos, es eterno, se quejan. Oksana, de 40 años, espera junto a su marido Roman y su hijo Kyryl, de 3, un golpe de suerte, junto a otras familias en las que se ven desde abuelos a niños.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain