Los memes recaudan millones en las subastas del “renacimiento digital”
● Las creaciones que se comparten en las redes sociales comienzan a adquirir un importante valor en el mercado del arte ● El gato Nyan se ha vendido por más de medio millón de euros
S. Yáñez-Richards (Efe)
Los archivos animados (GIF) y los memes que los usuarios comenzaron a intercambiar a modo de broma en internet están adquiriendo un importante valor de mercado y empiezan a recaudar millones entre los coleccionistas.
Partiendo de la naturaleza de un meme –imágenes o textos que circulan de modo masivo por las redes sociales durante un periodo breve de tiempo– y de su alcance, tomemos tres de los casos más conocidos: el gato Nyan, un meme que la comunidad de internet considera ahora un icono del siglo XXI, se ha vendido por más de medio millón de euros; el vídeo de un grupo ghanés bailando mientras cargan un féretro por más de 900.000 euros y el meme de una niña mirando con cara de traviesa con una casa en llamas tras ella, por casi 500.000 euros.
El creador de gato Nyan, Chris Torres, afirma que se ha especializado en la “economía de los memes” y que ayuda a que los creadores de este “nuevo renacimiento digital” consigan beneficios monetarios de este arte que se vuelve viral en las redes sociales.
“He podido ayudar a muchos creadores de memes a vender su arte en tóquenes no fungibles (NFT)”, cuenta este puertorriqueño asentado en Texas, refiriéndose a los activos digitales de encriptado único y exclusivo, y añade que desde que vendió el GIF de su peculiar gato con cuerpo de pastel que deja un arcoíris tras de sí afirma haberse convertido en un experto en lo que ha bautizado como la “economía de memes”.
Torres describe el momento que están viviendo los artistas digitales como “un nuevo renacimiento” en el que los creadores pueden obtener un édito económico de su obra, independientemente de si estas circulan ya por internet. La popularidad de algunos memes en las subastas, en un mercado de coleccionables digitales en constante cambio, ha llevado a los inversores a reconsiderar el valor real de la obra de arte.
No sólo el modo de vender arte digital ha cambiado, también ha evolucionado la cultura del meme.
“Los memes se pueden usar ahora también como un medio de comunicación; por ejemplo, yo me informo de las noticias por memes, no tengo televisión”, destaca.
Una década en el mundo de internet es tiempo suficiente para que el gato que Torres creó en 2011 esté considerado ahora como “una reliquia” para los coleccionistas. Cuando difundió el GIF de su singular gato en las redes sociales recibió un centenar de correos que le preguntaban por su “loca” creación, pero un par de días después, cuando una internauta subió a YouTube el dibujo de su gato con una música pegadiza y bautizó al animal como Nyan (en japonés, la onomatopeya miau), se volvió viral.
Hoy cuenta con 200 millones de reproducciones y hay vídeos de 24 horas del dibujo del gato repetido miles y miles de veces. Y pese a la viralidad, estos vídeos no le dieron dinero. No fue hasta 2020, cuando debido a la pandemia Torres se quedó sin trabajo como informático, cuando el artista decidió subastar un archivo del gato Nyan.
“Lo iba a vender barato, con un precio de salida de 1 ethereum
La popularidad de los diseños en las pujas lleva a reconsiderar el valor de la obra artística
–un tipo de criptomoneda–, que en ese momento era de unos 1.500 dólares. Pensé que quizá conseguiría 5 ethereum, pero cuando empezó la subasta recibí ofertas de inmediato. Subió a 20.000 dólares la primera hora”, recuerda emocionado Torres. La subasta derivó en una “guerra” y subió a 300 ethereum, más de 500.000 euros.