Agricultura, caza y ciencia unen sus fuerzas para devolver la vida al olivar
● El consejero de Medio Ambiente visita la Sociedad de Cazadores del municipio para conocer ‘Framework’, un proyecto europeo que concilia conservación y rentabilidad para el agricultor
El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, visitó ayer los acotados de la Sociedad de Cazadores de Aguilar de la Frontera para conocer Framework, un proyecto europeo que en España une a agricultores, cazadores y científicos en una sinergia única para devolver la vida y la biodiversidad al olivar.
Durante la visita de campo, el titular de Sostenibilidad y Medio Ambiente conoció un proyecto impulsado por la Unión Europea con el objetivo de diseñar y desarrollar un nuevo método de agricultura alternativa, denominada agricultura sensible a la biodiversidad, que permita conciliar rentabilidad agrícola y la conservación de la biodiversidad.
En España, Framework se desarrolla de manera experimental desde 2020 en Aguilar de la Frontera con un proyecto piloto impulsado por la sociedad de cazadores local, la Fundación Artemisan y la Federación Andaluza de Caza, y dirigido a instaurar y manejar las cubiertas vegetales para devolver la vida al olivar. Para ello, el proyecto cuenta con un área de estudio dividida en dos zonas de unas 350 hectáreas: una experimental, donde se realizan las actuaciones, y una control/testigo donde se compara el efecto de las medidas implantadas.
Tanto los estudios científicos previos, como la experiencia tras dos años de proyecto, muestran que la implantación y manejo de cubiertas vegetales, unida a otras prácticas como evitar el desbroce hasta julio/agosto, no sólo no merman la producción del olivar, sino que benefician el cultivo mejorando el estado vegetativo, reteniendo la humedad en el suelo y evitando su erosión. A la vez, las cubiertas vegetales representan oportunidades de cobijo y alimentación para multitud de especies. En este sentido, científicos de la Fundación Artemisan ya están realizando labores de monitorización mediante censos de pequeñas aves, insectos polinizadores y vegetación; y censos de especies cinegéticas, rapaces y otras aves.
La visita del consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, acompañado por el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño; el director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva; la alcaldesa de Aguilar de la Frontera, Carmen Flores, el presidente de la Sociedad de Cazadores de Aguilar, Cristóbal Reina; el director general de Política Forestal, Juan Ramón Pérez Valenzuela; los delegados territoriales en Córdoba de las consejerías de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Ramón Acosta, y de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Rafael Martínez, se desarrolló en el marco de una jornada técnica que reunirá entre hasta hoy a miembros del programa procedentes de nueve países europeos, de los 11 proyectos piloto que se desarrollan en total, que acudieron para conocer el que se desarrolla en España.
Fernández-Pacheco afirmó que “el mundo de la agricultura y de la caza sostenible son grandes aliados para conservar nuestra biodiversidad, como se está demostrando en Aguilar con un proyecto innovador, diferente y valiente que viene a derrumbar algunos mitos acerca de la producción del olivar en determinados entornos”.
Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, señaló que “los cazadores andaluces llevamos más de una década alertando del grave declive de la biodiversidad asociado a la agricultura intensiva y demandando una política agraria que permita al agricultor conciliar conservación y rentabilidad económica, incentivando las buenas prácticas agrícolas. Framework nace para unir a cazadores, agricultores y científicos en torno a un proyecto que tiene como fin devolver la vida al olivar, garantizando el máximo rendimiento a los agricultores implicados en el proyecto”.
El director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva, agradeció a los agricultores y cazadores participantes su implicación con el proyecto y con la conservación de la biodiversidad y animó a otros agricultores a sumarse a “estas prácticas que están demostrando que es posible recuperar la vida en el olivar sin que el rendimiento se vea afectado, evitando además la pérdida de suelo por erosión y reteniendo la humedad, algo especialmente importante en una época de sequía como la que afrontamos”.
El proyecto tiene un área de estudio dividida en dos zonas de unas 350 hectáreas