Pronóstico abierto por el desgaste del PSOE y la pujanza de la oposición
Tras 12 años de gobierno, Esteban Morales opta a la reelección ante un PP que está ante un momento histórico
Las de este 2023 están entre las elecciones municipales con un pronóstico más abierto de la historia de la democracia en Puente Genil. Tras 12 años de gobierno –con una mayoría absoluta de por medio entre 2015 y 2019–, el PSOE de Esteban Morales aspira a una reelección amenazada por el empuje de los partidos de la oposición. Y es que tanto Sergio Velasco, el candidato del PP, como Jesús David Sánchez, el de Izquierda Unida, tienen claro que están ante una oportunidad de oro para desbancar a los socialistas de su hegemonía.
Morales no ha tenido un último mandato fácil. Pese a ver como el Ministerio del Interior trasladaba a los agentes de la Guardia Civil al nuevo cuartel, dando carpetazo definitivo a uno de los asuntos más turbios y tormentosos de la política local en los últimos tiempos, el alcalde ha tenido que lidiar con el enquistamiento del acuerdo sobre el nuevo modelo de gestión del agua, que finalmente vio luz verde en abril, con Emproacsa relevando a Aqualia al frente del servicio, en un proceso que no ha estado exento de complicaciones técnicas en forma de demoras y desacuerdos políticos previos.
Por si fuera poco, al candidato socialista, que ha compaginado en los últimos cuatro años los cargos de alcalde y diputado provincial, tampoco se le ha visto especialmente cómodo en el pacto suscrito con Cs para asegurarse la estabilidad política del gobierno municipal. Con todo, su mayor decepción le llegó el año pasado, tras quedarse sin escaño autonómico, aspecto que desató especulaciones sobre su futuro político y, a nivel interno, sobre su sucesión, algo sobre lo que el PSOE pontanés cerró filas.
Así, tras más de una década de gestión, Morales tiene en estas elecciones una importante reválida, como es la de ver hasta qué punto le afecta el desgaste inherente a todo gobernante que lleva muchos años en el poder. Las últimas intervenciones urbanísticas en varias calles, la adecuación de zonas infantiles en parques y jardines, la recuperación de edificios como La Alianza, o las obras para la restauración paisajística de los Llanos del Cristo, en Miragenil, donde se prevé la construcción de una nueva piscina al aire libre, forman parte de ese Puente Genil 2030, nuestro futuro que lleva como programa.
Un plan con el que el alcaldable socialista quiere lograr una nueva reelección, aunque esas actuaciones contrastan con las críticas frecuentes sobre la situación de los servicios e infraestructuras municipales, el desmantelamiento de la plantilla del Ayuntamiento o la falta de avances en proyectos ilusionantes hace años y ahora olvidados, como el de la construcción del nuevo pabellón multiusos, tan necesario para la localidad.
Mientras tanto, el viento que sopla en estas elecciones parece favorable a un PP que espera lograr su mejor resultado histórico en unas municipales en Puente Genil. “Si no es ahora, no será nunca”, apuntó hace unos días en petit comité un importante dirigente del partido, y es que Sergio Velasco quiere capitalizar el apoyo masivo que el PP ya obtuvo en las autonómicas del año pasado.
Para ello, ha ejecutado con brillantez uno de los movimientos tácticos más significativos de la precampaña, como es el de la incorporación, como número dos de la candidatura, de Javier Villafranca, un empresario con un extraordinario bagaje cultural y social cuyo gran carisma y cercanía puede atraer el voto hacia los populares, no sólo en sus feudos tradicionales en detrimento de Vox, sino también en otros barrios.
Velasco, que acaparará gran parte del voto que en 2019 se fue a Cs, se erige en la principal alternativa de cambio para darle otro aire a la ciudad, pero sabe que no sólo le vale ganar. Para Reactivar Puente Genil –su lema de campaña– necesitará una mayoría holgada, porque de lo contrario, las miradas irán hacia Jesús David
IU, con Jesús David Sánchez al frente, se puede convertir en la llave del gobierno
Sánchez, el candidato de IU, que puede tener la llave del próximo gobierno.
Con estilo directo, contundente y sin tapujos, IU ha hecho en estos años una oposición tan fiscalizadora hacia el PSOE que pocos entenderían que ambos partidos se pusieran de acuerdo para gobernar tras el 28-M, máxime cuando ambas formaciones llevan décadas protagonizando sonados desencuentros a escala local, para sorpresa e incredulidad de sus dirigentes provinciales. Por eso, lo que pueda pasar a partir de las elecciones es toda una incógnita.
Sánchez, que quiere captar el voto más a la izquierda con una amplia batería de propuestas de corte progresista incluidas en su Creemos en Puente Genil, no mueve ficha y asegura que el más votado será él. Pero lo que está claro es que si los números suman con el PSOE, el candidato de IU tendrá que hablar con Morales. Otra cuestión es que el más votado sea Velasco, en cuyo caso habría que ver si la buena sintonía personal que mantiene con Sánchez le abre la puerta a una abstención de éste en una hipotética investidura.
Estando así las cosas, el panorama arroja mucha incertidumbre política en la tercera localidad más poblada de la provincia, una ciudad con retos por delante, como la modernización de servicios e infraestructuras básicas, la aprobación de un nuevo PGOU o la revitalización de su casco histórico, además de la ejecución de proyectos como la transformación del Mercado de Abastos, la construcción de nuevas instalaciones deportivas, los avances en esa puesta en valor de La Alianza o la conexión del casco urbano con la Vía Verde del Aceite.
Seguridad ciudadana, situación sanitaria, creación de empleo, generación de riqueza y desarrollo económico también son ejes de la campaña en Puente Genil, una localidad con iniciativa empresarial, capacidad emprendedora y un potente tejido asociativo que cuenta con recursos y elementos de dinamización para mirar al futuro con esperanza, aunque eso sí, con varios modelos políticos sobre la mesa que están condenados a entenderse a pesar de las diferencias.
Si los números suman con el PSOE, el candidato de IU tendrá que hablar con Morales