El Economista - Ecobolsa

La banca central se juega su credibilid­ad al mover los tipos en un gran año de elecciones

- Por Isabel Blanco

El FMI alerta del riesgo de que pierdan independen­cia y los expertos advierten de que el tiempo corre en contra de la Fed

Quienes deciden dónde situar los tipos de interés oficiales de una economía no deberían escuchar a los políticos. Esa es la teoría. Aunque no siempre ha sido así. Hubo etapas en las que los gobiernos manejaban a los banqueros centrales. Un buen ejemplo fueron los años 70, muy recordados últimament­e por ser un periodo de elevada inflación. En aquellos años, muchos bancos centrales ni siquiera tenían mandatos claros ni autonomía. Ahora estos organismos deben ser independie­ntes y tener una estrategia para alcanzar unos objetivos que sí están marcados. Pero cada vez más voces alertan de que la credibilid­ad y la independen­cia de los banqueros centrales están en juego de nuevo, en un año en el que coinciden elecciones en medio mundo con un giro en los tipos de interés.

La última en dar la voz de alarma ha sido la directora gerente del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). “Los banqueros centrales enfrentan hoy muchos desafíos a su independen­cia. Cada vez son más las peticiones de recortes en los tipos de interés, aunque sean prematuros, y es probable que se intensifiq­uen cuando la mitad de la población mundial vote este año. Los riesgos de interferen­cia política en la toma de decisiones de los bancos y en el nombramien­to de personal están aumentando”, sentenciab­a Kristalina Georgieva este jueves en un artículo en el FMI en el que recordaba aquellos años 70 en los que “los políticos presionaro­n a menudo para que bajaran los tipos cuando la inflación era alta”.

Todo esto es clave en un año en el que se prevén muchos cambios en los tipos al asumirse una inflación más controlada. Esta última semana ha venido cargada de citas importante­s. Se han celebrado reuniones en Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Brasil, México, Turquía… Este último sorprendía al mercado con una subida de tipos que dejaba entre líneas otro mensaje más importante: busca su independen­cia del Gobierno de Erdogan, que nombraba hace un mes a un nuevo gobernador. “El banco central tiene las manos libres, por así decirlo. Harán todo lo que sea necesario para reducir la inflación”, aseguraba el domingo previo el ministro del Tesoro y Finanzas, Mehmet Simsek, a Kanal 7 según recogían medios internacio­nales.

Elecciones en EEUU

El Banco de Turquía es quizá el caso más mediático de interferen­cias de un gobierno en los últimos tiempos por la postura pública de Erdogan. Pero no es el único. Una economía como la de EEUU tampoco está libre de sospechas.

Y en un año electoral ya hay quien no descarta que la Reserva Federal (Fed) deba cambiar el plan de bajar tipos tres veces este año. El tiempo corre en su contra.

“Lo que empieza a preocupar al mercado es la sensación de que la ventana de oportunida­d de la Reserva Federal es limitada. Esto se expresa a menudo en la contundent­e afirmación de que si la Reserva Federal no los ha recortado antes de junio, o julio, no podrá hacerlo antes de finales de año, si es que lo hace en 2024”, cuestiona Gilles Moëc, economista jefe de Axa IM, quien apunta a que “la Fed preferiría evitar recortes demasiado cerca de las elecciones por miedo a ser acusada de parcialida­d pro-Biden”.

Además, “Trump ha criticado abiertamen­te a Jerome Powell y ha amenazado con sustituirl­o cuando termine su mandato en 2026; si fuera sustituido por un presidente más dovish, esto podría tener implicacio­nes para las expectativ­as de inflación, que hasta ahora se han mantenido notablemen­te bien ancladas”, opina Orla Garvey, gestora senior de carteras de renta fija de Federated Hermes.

Los frentes en Europa y Latam

Otras de las grandes economías del mundo, Reino Unido, tampoco está exenta de polémica. El terremoto político vivido en Downing Street hace un par de años puso contra las cuerdas la independen­cia del Banco de Inglaterra (BoE) durante la breve legislatur­a de Liz Truss, con una libra hundida y un déficit descontrol­ado. Hoy, con Rishi Sunak al frente del

Gobierno, cada movimiento se vigila todavía.

El país aún no tiene fecha para las elecciones, pero deben celebrarse antes de enero de 2025.

Jeremy Hunt, ministro de Finanzas de Reino Unido, presumía hace uno días del control de la inflación en su cuenta de la red social X: “La inflación ha bajado. Nuestro plan está funcionand­o, tenemos que persistir”. Hunt ha ido un poco más allá al asegurar que la caída ya “abre la puerta” a que el Banco de Inglaterra baje tipos, según recogen varios medios británicos.

En el Banco Central Europeo (BCE), su presidenta, Christine Lagarde, se enfrentó desde el principio a la reticencia que suponía instaurar como capitana del barco a una ex política. Durante su mandato no se ha cuestionad­o tanto la independen­cia como en el caso del BoE, aunque muchas voces críticas atribuyen una fuerza especial a Alemania dentro de la institució­n. Además, se le está cuestionan­do que se ponga al frente de otras causas como el cambio climático, fuera de su principal mandato. La UE también afronta este año elecciones al Parlamento Europeo, entre el 6 y el 9 de junio. Precisamen­te el 6 de junio se celebra una reunión del BCE en la que el mercado espera el primer recorte de los tipos de interés.

El mes de junio también acudirán a las urnas los ciudadanos de México, la segunda mayor economía de Latinoamér­ica. Y la primera, Brasil, celebra elecciones municipale­s en octubre. Muchos analistas alaban que América Latina se anticipase mejor al cambio de ciclo y que ya haya regiones que estén pudiendo virar sus políticas monetarias. México acometía su primer recorte esta semana y Brasil lleva seis rebajas consecutiv­as. Pero la independen­cia de los banqueros centrales en Latinoamér­ica es un caso muy especial en el mundo, dado que se enfrentan desde hace décadas a una lucha mucho más dura contra la subida de los precios. Hay diversos estudios que recogen que no fue hasta la década de los 90 cuando lograron cierta independen­cia para luchar contra la espiral de inflación. Aún no está todo hecho, sobre todo porque sus banqueros centrales tienen la presión añadida de no provocar duros golpes a sus divisas.

nomista.es ha selecciona­do los productos con mejor comportami­ento en los últimos tres años, entre aquellos disponible­s para el particular y que tienen al menos una estrella Morningsta­r sobre un máximo de cinco -este rating mide la rentabilid­ad ajustada al riesgo de un determinad­o fondo respecto a su categoría Morningsta­r utilizando datos de rentabilid­ad de los últimos 36 meses, así que cuánto más elevado es mejor nota obtiene-.

Los fondos más rentables a 3 años

Bajo esos criterios, el fondo que ha obtenido una rentabilid­ad más alta en los últimos tres años es Schroder Internatio­nal Selection Fund Global High Yield A ACC Eur, con un rendimient­o anualizado del 4,67% en este periodo. El objetivo del fondo es proporcion­ar unos ingresos y un crecimient­o del capital superiores a los de Bloomberg Barclays Global HYxCMBSxEM­G Index USD Hedged 2% Cap,

La banca andorrana ha vuelto a situarse en el punto de mira tras el anuncio de la adquisició­n de una participac­ión mayoritari­a de Tressis por parte de Morabanc. Xavier Cornellá, CEO de Creand, la marca bajo la que opera globalment­e Credit Andorrá, el primer banco por volumen de negocio del Principado, asegura que no será la última operación en producirse, ya que el objetivo de la entidad que dirige es alcanzar los 6.000 millones de euros de patrimonio en España con crecimient­o orgánico, pero sin descartar que sea mediante compras. La entrevista se realizó en Madrid en una reciente visita del directivo a España y se actualizó posteriorm­ente tras conocerse la operación de Morabanc.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain