La adquisición de vivienda de extranjeros cae un 20%
El virus y el ‘Brexit’ sitúan las operaciones en 36.850, 10.300 menos que en 2019
La pandemia de coronavirus ha hundido más de un 20% la compra de vivienda en España por parte de ciudadanos extranjeros y, aunque siguen perdiendo fuerza trimestre tras trimestre debido a la crisis sanitaria y al Brexit, los británicos siguen liderando las operaciones en nuestro país.
Desde que arrancó el año y hasta el cierre del tercer trimestre, los extranjeros han protagonizado 36.850 compraventas de vivienda en España, frente a las más de 47.150 que se registraban en los nueve primeros meses de 2019, antes de que se propagase el virus, según los datos del Colegio de Registradores.
La compraventa de vivienda por parte de los extranjeros no ha dejado de caer en 2020. En los tres primeros meses, una vez decretada la pandemia de coronavirus, las operaciones se redujeron un 7% hasta las 14.850, cifra que equivalió al 12% del total de las transacciones contabilizadas en España.
Sin embargo, entre abril y junio, coincidiendo con el primer estado de alarma decretado para contener el virus y el consecuente confinamiento domiciliario y las restricciones a la movilidad -medidas decretadas también en muchos otros países- las compraventas de vivienda por parte de extranjeros se hundieron a la mitad. Con ello, las compraventas sumaron 8.000, el 46% menos que los tres meses anteriores y el 10,6% del total.
Una vez levantado el estado de alarma en junio y con la recuperación progresiva de la actividad antes de que llegara la segunda ola de la pandemia, las operaciones crecieron un 75% en el tercer trimestre con respecto al anterior y alcanzaron las 14.000. Sin embargo, esta cifra fue un 7,5 % inferior a la que se registraba un año antes.
En el conjunto del año, los británicos siguen siendo los extranjeros que más vivienda adquieren en España, aunque su protagonismo ha ido perdiendo fuerza ante la pandemia y la salida del Reino Unido de la UE. En el primer trimestre, sin pandemia, la demanda británica registró ya su mínimo histórico con 1.900 operaciones, el 12,6 % de las realizadas por extranjeros.