El Economista

La gestión activa bate en 1 punto al Ibex en 2020, la mayor ventaja desde 2016

Los fondos cayeron un 11,6% el año pasado frente a la bajada del 12,7% del índice con dividendos ‘Metavalor’, ‘Santander Small Caps’ y ‘Bankia Small&Mid Caps’ esquivaron los ‘números rojos’

- Cristina García MADRID.

El año pasado fue uno de los más difíciles de gestionar en mercado de los últimos tiempos. La venta indiscrimi­nada de bolsa y renta fija vista en marzo dinamitó cualquier rentabilid­ad conseguida hasta entonces. Casi nadie pudo esquivar las pérdidas, ni siquiera los gestores activos, que se diferencia­n del resto porque al menos un 60% de las carteras de los fondos que gestionan está descorrela­cionada de sus índices de referencia. El que parecía que iba a ser uno de los peores años de mercado, por lo abultado de las pérdidas, no lo fue tanto gracias a los estímulos fiscales y monetarios –pero también a los avances en la vacuna contra el Covid–. Los gestores activos de bolsa española se toparon, además, con una dificultad extra: el Ibex 35 sufrió el mayor castigo de Europa por su composició­n sectorial. Pese a ello, la gestión activa fue capaz de batir al índice, incluso con dividendos, al obtener 1 punto más de rentabilid­ad en 2020.

En concreto, los fondos activos de bolsa española lograron contener sus caídas en los últimos meses del año hasta el 11,6%, de media, frente al 12,7% que cedió el Ibex si se tienen en cuenta los pagos repartidos por sus cotizadas –sin ellos, el roto del índice ascendió hasta el 15,45%–. Ese punto de rentabilid­ad adicional que logró al final la gestión activa frente al selectivo es la ventaja más grande desde 2016 (ver gráfico). Aunque hubo meses, no obstante, en los que ambos estuvieron igualados. En parte, porque algunos de esos fondos activos tienen alma value, y este estilo de inversión lleva años castigado frente a otros como el growth.

A pesar de que el propósito de los fondos activos es conseguir rentabilid­ades superiores a las del mercado (de ahí también que las comisiones que cobran sean más elevadas frente a las de otros fondos más correlacio­nados a los índices), no siempre lo han logrado. En 2019, por ejemplo, el Ibex 35 repuntó más de un 11% y, sin embargo, los fondos activos de bolsa española despidiero­n el año con alzas medias del 8,35%. No obstante, desde 2010, la gestión activa solo ha perdido la carrera contra el Ibex con dividendos en tres ocasiones (ver gráfico).

En un año de números rojos en el mercado español, impulsados por la pandemia, hubo tres fondos acti

Desde 2010, solo hay tres años en los que los gestores activos no han batido al mercado

vos que finalmente lograron borrar por completo las pérdidas, para terminarlo en positivo. Es el caso de Metavalor, gestionado por Miguel Méndez, director general de Metagestió­n, que durante todo el año fue capaz de mantener la rentabilid­ad de su fondo en cabeza gracias, en parte, a la velocidad con la que adapta su cartera al contexto de mercado de cada momento. Cerró 2020 con un retorno del 2,85%. A mediados de octubre, Méndez reconocía que su vehículo aún mantenía un sesgo conservado­r, y que, una vez mejorase la situación, como pasó tras el anuncio de Pfizer, habría que hacer una rotación progresiva hacia los sectores con mayor beta. Algo que hizo realidad meses más tarde, aunque sin perder de vista que el ejercicio bursátil 2021 “va a ser muy complicado y exigente”, apuntaba recienteme­nte a elEconomis­ta, por lo que “no descartamo­s tener que volver a valores refugio de sectores como utilities, con menor beta, y con un carácter más defensivo”.

Tras Metavalor, los otros dos fondos activos de bolsa española que terminaron en positivo comparten un rasgo en común y es que invierten en compañías de pequeña y mediana capitaliza­ción. Se trata de Santander Small Caps, gestionado por Lola Solana; y de Bankia Small & Mid Caps España, pilotado por Iciar Puell. Los dos empataron con una rentabilid­ad del 0,17%. Solana, como Méndez, también ha adoptado un posicionam­iento más cícli

co, porque ve una recuperaci­ón a lo largo de este año, e identifica oportunida­des en sectores como el de los materiales, medios, construcci­ón, tecnología e industrial­es. Aunque mantiene, eso sí, un peso estructura­l en sectores defensivos.

Puell, en la misma línea, también explicaba a este periódico, hace unas semanas, que su cartera es la más cíclica desde marzo de 2020: “Siguen gustándono­s Laboratori­os Rovi, Vidrala o FCC, compañías atractivas por valoración, pero hemos incrementa­do posiciones en CAF o Zardoya Otis”, detallaba.

El triunfo de lo sostenible Fuera de la bolsa española, índices como el Stoxx 600 perdieron mucho menos (un 4,04%), mientras que el S&P 500, en EEUU, se desmarcó con una subida mayor al 16%. De ahí que los fondos activos de bolsa internacio­nal lograsen rentabilid­ades medias del 7,5% en 2020. De todos, fueron aquellos ligados a lo sostenible los que ofrecieron mayores rentabilid­ades a sus partícipes: green benefit Global Impact Fund P sumó un 171%; ERSTE WWF Stock Environmen­t EUR R01; un 77,4% y ÖkoWorld Klima C, un 46,05%.

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