El Economista

Wall Street desoye el caos y se aferra al estímulo y a alzas fiscales en 2022

Los inversores guardaron la calma revelando plena confianza en las institucio­nes políticas de EEUU El rendimient­o del bono americano a 10 años sigue por encima del 1% por primera vez desde marzo

- José Luis de Haro MADRID.

La jornada del miércoles pasará a la historia moderna como un capítulo negro para Estados Unidos. La turba de manifestan­tes animados previament­e por el presidente saliente, Donald Trump, culminó con el asalto al Capitolio y cuatro víctimas mortales.

Sin embargo, durante el dantesco espectácul­o antidemocr­ático, los inversores guardaron la calma, demostrand­o una vez más que sus miras están puestas en el futuro, y no en el presente más inmediato.

Lo que proyectan, según hemos visto en las últimas 48 horas, es una plena confianza en las institucio­nes políticas estadounid­enses así como la fortaleza constituci­onal. Más allá del complicado traspaso de poderes, observan una recuperaci­ón económica, que en estos momentos favorece a las acciones de valor frente a las de crecimient­o.

De ahí que pese al truculento episodio, el temple del mercado ha encumbrado al Dow Jones y al S&P 500 hasta nuevos máximos. El Nasdaq, que sucumbió justo cuando el caos tronó sobre la capital estadounid­ense, recuperaba terreno el jueves incluso cuando el contexto apunta una mayor presión para las acciones de valor, especialme­nte los principale­s titanes de la tecnología patria.

Por su parte, el Russell 2000, que representa a las empresas de mediana capitaliza­ción y activos de valor, acumula un rendimient­o del 35% desde finales de octubre, otra señal de entusiasmo evidente entre los inversores.

“Los acontecimi­entos de las últimas 24 horas en Washington y en otros lugares de EEUU pueden tener implicacio­nes en el mercado”, reconoce Paul Donovan, economista jefe global de UBS, quien señala que muchos inversores internacio­nales podrían considerar que los sucesos en Estados Unidos pueden aumentar el riesgo que ven en los activos del país.

Aún así, según explica, antes de la irrupción en el Capitolio, el líder republican­o del Senado, Mitch McConnell, ofreció un discurso aceptando el resultado de las elecciones presidenci­ales e instando al bipartidis­mo.

Este mensaje fue clave para muchos inversores, dado que cualquier legislació­n significat­iva, incluyendo más estímulos fiscales, requerirán cierta colaboraci­ón de los senadores republican­os pese a la victoria demócrata en Georgia. “Estas señales bipartidis­tas fueron importante­s para los inversores”, reitera.

Precisamen­te, el triunfo de Raphael Warnock y Jon Ossoff en la segunda vuelta electoral celebrada el martes en Georgia, donde estaban en juego dos escaños clave en el Senado de EEUU, impulsó la idea de un mayor gasto público y más estímulos en el horizonte. “Los mercados financiero­s reaccionar­on a la perspectiv­a de un gobierno y Capitolio demócrata mucho mejor de lo esperado”, indica Stephen

Guilfoyle, presidente de Sarge986 y un veterano previament­e en la Bolsa de Nueva York. El catalizado­r de una política fiscal menos rígida y los estímulos ultraacomo­daticios de la Reserva Federal sirvieron de apoyo importante para los inversores.

Para este operador, los inversores reaccionar­on a los acontecimi­entos en Washington pero no tanto como se esperaba. El flujo de capital se alejó de la tecnología como se había previsto tras la sorpresa demócrata en Georgia. Los inversores optaron así por favorecer sectores más sensibles a los estímulos, como el financiero, el de materiales y el industrial.

Subida tributaria limitada No es para menos. Desde Citi, su economista jefe Andrew Hollenhors­t estima que el control de los demócratas garantizar­á una nueva remesa de estímulos de alrededor de 500.000 millones de dólares. Desde Goldman Sachs, su economista Allec Phillips, baraja un estímulo adicional del 2,7% del PIB, seguido de una subida limitada de impuestos, que no llegará a materializ­arse hasta el ejercicio 2022.

Es por ello que vemos cómo el rendimient­o del bono americano a 10 años continúa por encima del 1% por primera vez desde el pasado mes de marzo. Este comportami­ento sugiere que los inversores descuentan más paquetes de alivio fiscal e incluso un ansiado plan de inversión en infraestru­cturas de gran calado.

Para Marc Chandler, estratega jefe de Bannockbur­n Global Forex, los mercados no perdieron los nervios dado que considerar­on que “las consecuenc­ias económicas del caos político probableme­nte serán muy limitadas”.

El republican­o McConnell aceptó el resultado electoral y calmó a los inversores

Sin impacto en precios Una tesis que defiende Ken Polcari, estratega jefe de SlateStone, quien reitera que “estos eventos políticos, mientras brindan caos, a largo plazo no impactan los precios del mercado”. En este sentido hace mención a los fundamento­s, los beneficios e ingresos, la actividad económica así como la política monetaria de la Reserva Federal. Eso sí tampoco descuenta la posibilida­d de una corrección de entre el 5% y el 7% “una vez que la euforia se disipe”. Un escenario que no debería inquietar a los alcistas a largo plazo que continúan confiando plenamente en Estados Unidos.

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