Wall Street desoye el caos y se aferra al estímulo y a alzas fiscales en 2022
Los inversores guardaron la calma revelando plena confianza en las instituciones políticas de EEUU El rendimiento del bono americano a 10 años sigue por encima del 1% por primera vez desde marzo
La jornada del miércoles pasará a la historia moderna como un capítulo negro para Estados Unidos. La turba de manifestantes animados previamente por el presidente saliente, Donald Trump, culminó con el asalto al Capitolio y cuatro víctimas mortales.
Sin embargo, durante el dantesco espectáculo antidemocrático, los inversores guardaron la calma, demostrando una vez más que sus miras están puestas en el futuro, y no en el presente más inmediato.
Lo que proyectan, según hemos visto en las últimas 48 horas, es una plena confianza en las instituciones políticas estadounidenses así como la fortaleza constitucional. Más allá del complicado traspaso de poderes, observan una recuperación económica, que en estos momentos favorece a las acciones de valor frente a las de crecimiento.
De ahí que pese al truculento episodio, el temple del mercado ha encumbrado al Dow Jones y al S&P 500 hasta nuevos máximos. El Nasdaq, que sucumbió justo cuando el caos tronó sobre la capital estadounidense, recuperaba terreno el jueves incluso cuando el contexto apunta una mayor presión para las acciones de valor, especialmente los principales titanes de la tecnología patria.
Por su parte, el Russell 2000, que representa a las empresas de mediana capitalización y activos de valor, acumula un rendimiento del 35% desde finales de octubre, otra señal de entusiasmo evidente entre los inversores.
“Los acontecimientos de las últimas 24 horas en Washington y en otros lugares de EEUU pueden tener implicaciones en el mercado”, reconoce Paul Donovan, economista jefe global de UBS, quien señala que muchos inversores internacionales podrían considerar que los sucesos en Estados Unidos pueden aumentar el riesgo que ven en los activos del país.
Aún así, según explica, antes de la irrupción en el Capitolio, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ofreció un discurso aceptando el resultado de las elecciones presidenciales e instando al bipartidismo.
Este mensaje fue clave para muchos inversores, dado que cualquier legislación significativa, incluyendo más estímulos fiscales, requerirán cierta colaboración de los senadores republicanos pese a la victoria demócrata en Georgia. “Estas señales bipartidistas fueron importantes para los inversores”, reitera.
Precisamente, el triunfo de Raphael Warnock y Jon Ossoff en la segunda vuelta electoral celebrada el martes en Georgia, donde estaban en juego dos escaños clave en el Senado de EEUU, impulsó la idea de un mayor gasto público y más estímulos en el horizonte. “Los mercados financieros reaccionaron a la perspectiva de un gobierno y Capitolio demócrata mucho mejor de lo esperado”, indica Stephen
Guilfoyle, presidente de Sarge986 y un veterano previamente en la Bolsa de Nueva York. El catalizador de una política fiscal menos rígida y los estímulos ultraacomodaticios de la Reserva Federal sirvieron de apoyo importante para los inversores.
Para este operador, los inversores reaccionaron a los acontecimientos en Washington pero no tanto como se esperaba. El flujo de capital se alejó de la tecnología como se había previsto tras la sorpresa demócrata en Georgia. Los inversores optaron así por favorecer sectores más sensibles a los estímulos, como el financiero, el de materiales y el industrial.
Subida tributaria limitada No es para menos. Desde Citi, su economista jefe Andrew Hollenhorst estima que el control de los demócratas garantizará una nueva remesa de estímulos de alrededor de 500.000 millones de dólares. Desde Goldman Sachs, su economista Allec Phillips, baraja un estímulo adicional del 2,7% del PIB, seguido de una subida limitada de impuestos, que no llegará a materializarse hasta el ejercicio 2022.
Es por ello que vemos cómo el rendimiento del bono americano a 10 años continúa por encima del 1% por primera vez desde el pasado mes de marzo. Este comportamiento sugiere que los inversores descuentan más paquetes de alivio fiscal e incluso un ansiado plan de inversión en infraestructuras de gran calado.
Para Marc Chandler, estratega jefe de Bannockburn Global Forex, los mercados no perdieron los nervios dado que consideraron que “las consecuencias económicas del caos político probablemente serán muy limitadas”.
El republicano McConnell aceptó el resultado electoral y calmó a los inversores
Sin impacto en precios Una tesis que defiende Ken Polcari, estratega jefe de SlateStone, quien reitera que “estos eventos políticos, mientras brindan caos, a largo plazo no impactan los precios del mercado”. En este sentido hace mención a los fundamentos, los beneficios e ingresos, la actividad económica así como la política monetaria de la Reserva Federal. Eso sí tampoco descuenta la posibilidad de una corrección de entre el 5% y el 7% “una vez que la euforia se disipe”. Un escenario que no debería inquietar a los alcistas a largo plazo que continúan confiando plenamente en Estados Unidos.