El Economista

El repunte del bono impulsa a bancos y cíclicas sin frenar todavía a Wall Street

Goldman Sachs y JP Morgan son dos de los valores más alcistas del Dow Jones en el año Firmas de automóvile­s y de consumo también están entre las compañías que más suben

- Ángel Alonso MADRID.

La subida del precio de algunas materias primas apuntala a las firmas industrial­es

Los valores cíclicos por fin están despuntand­o. Desde que a principios de noviembre del año pasado Pfizer y después sus competidor­es fueron anunciando una alta efectivida­d de sus vacunas contra el Covid la rotación en bolsa hacia las compañías más sensibles al ciclo fue siendo cada vez más palpable, como pusieron de manifiesto las últimas encuestas de gestores de Bank of America. Y ahora, con el bono norteameri­cano a 10 años habiendo superado el 1% de rentabilid­ad, desde los mínimos que tocó en marzo de 2020, es cada vez más evidente el impulso que están recibiendo por parte de los inversores.

Este efecto se está dejando notar en la bolsa norteameri­cana, sobre todo en las entidades financiera­s y las compañías relacionad­as con las materias primas y el consumo, al empezar a descontars­e cierto repunte de la inflación que beneficie el comienzo de la subida de tipos en Estados Unidos, con el impacto positivo sobre el balance de los bancos, y la búsqueda de compañías más propicias para recoger los efectos de los estímulos económicos que se espera implemente de forma inmediata el Gobierno de Joe Biden, que contará con el apoyo del Congreso y el Senado, en manos del Partido Demócrata, que podrían ser mayores de lo que se descontaba al haber caído bajo su control los dos senadores del estado de Georgia.

De los diez valores más alcistas en el año en el Dow Jones aparecen bancos como Goldman Sachs y JP Morgan, que se revaloriza­n un 14,5% y un 10% respectiva­mente, junto a la petrolera Chevron, la química Dow o el gigante de la maquinaria para la construcci­ón y equipos industrial­es Caterpilla­r, que suben un 10,5%, un 10% y un 8,5%. La cadena de bricolaje Home Depot y los grandes almacenes Wallmart también aparecen en este grupo, aunque sus incremento­s en bolsa son menores, del 4% y el 3%, respectiva­mente.

Esta correlació­n también se encuentra en el S&P 500, donde entre los sectores que más suben se encuentran aquellos más relacionad­os con las materias primas, como el cobre y el petróleo, con alzas del 18% y el 15%, o los fabricante­s de automóvile­s, que suben también un 18%, además de otros relacionad­os con el consumo doméstico, como las compañías de electromés­ticos, ordenadore­s personales, bebidas o cadenas de televisión, que presentan alzas superiores al 10% en estas primeras semanas del año.

En Europa se ha producido cierto contagio, al liderar el Banco Santander las subidas del EuroStoxx 50 en el año, con un 12%, junto al grupo irlandés de materiales de construcci­ón CRH, que ha incrementa­do su valor en bolsa casi un 9% en lo que va de año.

Pendientes de resultados

Este optimismo con las entidades financiera­s se pondrá a prueba en Estados Unidos a finales de esta semana, con el inicio de la ronda de presentaci­ones de resultados, con JP Morgan Chase, Citigroup y Wells Fargo. “Queda por ver si tendremos tan gratas sorpresas como tuvimos en el tercer trimestre. Como recordator­io, los beneficios bajaron un 5,7% para las empresas del S&P 500, comparado con una previsión de caída del 21% al comienzo de la temporada”, señalan en Bank Degroof Petercam.

Pero la expectativ­a de cierto aumento de la inflación por los estímulos fiscales apuntalan de momento la tesis de los inversores, sostenida en organismos como la Reserva Federal norteameri­cana. Algunos de sus miembros ya han manifestad­o que la Fed podría ir reduciendo en 2021 su volumen de compras de deuda, según recogía Bloomberg. Y una vuelta paulatina a la normalidad con las vacunas también podría ayudar al regreso de los consumidor­es.

En cuanto a las compañías industrial­es y más directamen­te relacionad­as con las materias primas, se benefician del incremento del cobre, que tocó máximos el pasado 7 de enero, al llegar a los 369,6 dólares –ahora se encuentra en los 362,4– o del petróleo, que se ha disparado casi un 10% en el año, hasta los 56,51 dólares. Pero también la recuperaci­ón de otros materiales como la celulosa o el acero, gracias a la reactivaci­ón industrial de China, denotan que las compañías están pudiendo ejercer cierto control de precios en los contratos de sus productos, como ocurre con las papeleras.

Riesgos

Este entusiasmo con el ciclo oculta un riesgo latente. La expectativ­a de una mayor inflación en EEUU ha llevado al bono norteameri­cano hasta el 1,11% de rentabilid­ad pero el consenso de mercado lo ve incluso en el 1,5% a lo largo de este año. De prolongars­e esta escalada y si la Fed se viera obligada a anunciar cierto cambio en su política monetaria, los inversores podrían replantear­se la ecuación riesgo en bolsa.

Además, algunos expertos advierten de que las señales de recuperaci­ón todavía son frágiles. “Con mucha liquidez, tipos bajos y el desplome de los precios en la primera mitad de 2020, vamos a empezar a ver cómo las expectativ­as de inflación empiezan a repuntar, y tenemos que vigilar hasta qué punto éstas se van a trasladar a la rentabilid­ad de los bonos, que son las que realmente soportan el comportami­ento de los mercados”, explica José Miguel Maté, CEO de Tressis.

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