Los autónomos exigen exenciones y ayudas al consumo
El último paquete de ayudas para autónomos afectados por la pandemia, y por las restricciones impuestas desde la Administración para frenar su avance caducará el próximo 31 de enero y el Gobierno aún no se ha reunido con ellas para negociar la prórroga. La demora en la negociación de los Ertes, que se espera zanjar antes del día 15, hace que las conversaciones para articular el próximo paquete de ayudas para los autónomos se tengan que abordar solo una semana antes de que este caduque.
En este sentido, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, aseguraba este miércoles que “el Gobierno aún no ha fijado fecha para la prórroga del cese de actividad para los autónomos”, denunciando que tras varias reuniones sobre Ertes, “los autónomos seguimos siendo los últimos en convocarnos”. Ahora bien, según pudo saber el Economista por fuentes cercanas a la negociación, esta dará comienzo la próxima semana. Desde UPTA, su presidente Eduardo Abad, también urge a Escrivá a que la próxima semana, como fecha límite, apruebe la prórroga de la prestación por cese de actividad, al menos hasta abril.
En este sentido, son cuatro las exigencias que pondrá ATA encima de la mesa, y en las que con matices comparten los representantes del trabajo autónomo. Estas son aquellas que se refieren a eliminar el requisito para acceder a la prestación que obliga a haber sido beneficiario del cese de actividad entre marzo y junio; o la exoneración de su cotización, similar a la que tienen los trabajadores del régimen general en los Ertes de limitación a todos los autónomos que vean restringida su actividad por orden administrativa en el nivel de la administración que sea. Además, ATA insiste en permitir que los autónomos de temporada que en 2018 o 2019 hayan cotizado en meses diferentes del periodo de junio a diciembre puedan acceder a la ayuda, además de aplazar la subida de cuota prevista para 2021, fruto del acuerdo alcanzado en 2018, para la subida de tipos a 2022. Por su parte, desde UPTA reclamarán ayudas directas para incentivar el consumo en el pequeño comercio, ausentes en el plan para la hostelería.