Un escándalo fuerza la dimisión en bloque del Gobierno holandés de Rutte
Fue el más crítico de ‘los frugales’ a una respuesta solidaria frente a la crisis
Los gobiernos europeos se agitan en este arranque de 2021, y no solo por las sacudidas políticas que está provocando la expansión de la pandemia. La última víctima ha sido el Gobierno del veterano primer ministro holandés, Mark Rutte. El jefe del partido liberal (VVD) presentó ayer la dimisión de su Ejecutivo de coalición al rey Guillermo Alejandro, por un caso de mala administración de los subsidios para el cuidado de niños.
Rutte se suma así a la dimisión que presentó este miércoles el primer ministro estonio, Jüri Ratas, por un caso de corrupción en su país. Además, la política italiana también vive días convulsos, tras la retirada del apoyo de Matteo Renzi al Ejecutivo de Giuseppe Conte, lo cual puede provocar la caída del Gobierno y desatar numerosas derivadas en la vertiginosa política del país transalpino. Todo ello en vísperas del congreso de la CDU este sábado, que elegirá a un nuevo jefe para liderar la formación conservadora alemana, y posiblemente suceder a Angela Merkel al frente del país tras las elecciones generales de septiembre.
Rutte, quien ha dirigido su país con varias coaliciones desde 2010, es uno de los primeros ministros de la UE más veteranos y gran superviviente de crisis e intrigas políticas. En Europa, ha desplegado una intensa batalla política en contra de aquellos que, como España e Italia, pidieron solidaridad europea en la respuesta frente a la crisis provocada por el Covid.
La dimisión llega dos meses antes de la celebración de las elecciones parlamentarias en los Países Bajos
el 17 de marzo, y en las que Rutte es el favorito para liderar una nueva coalición, a pesar de que el apoyo público a las medidas del Gobierno frente a la pandemia ha caído drásticamente en las últimas semanas tras imponer un duro confinamiento.
La dimisión del Ejecutivo de Rutte llega tras una investigación parlamentaria el mes pasado que concluyó que funcionarios del Ministerio de Hacienda del país habían llevado a miles de familias a la ruina con acusaciones injustas de haber cometido fraude en las ayudas que recibían para el cuidado de sus hijos.
El informe de la investigación señaló que unas 10.000 familias se habían visto obligadas injustamente a reembolsar decenas de miles de euros de subsidios, que en algunos casos provocaron desempleo, quiebras y divorcios. El informe describió el abuso cometido por los funcionarios de Hacienda, que se extendió durante una década, como una “injusticia sin precedentes”.
Muchas de las familias fueron seleccionadas para realizar los reembolsos simplemente por su origen étnico o doble nacionalidad, según reconoció la autoridad tributaria del país. El Gobierno ha pedido disculpas y ha ofrecido una indemnización de unos 30.000 euros por familia. Sin embargo la oposición y las víctimas habían pedido la dimisión del Ejecutivo de coalición.
Unas 10.000 familias se vieron obligadas a devolver ayudas bajo la acusación de fraude