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El regulador revisará los riesgos a la competencia alertados por Algar Telecom
Cuando todo parecía encarrilado para la consolidación del mercado brasileño de las telecomunicaciones móviles acaba de surgir un imprevisto que amenaza lejanamente la venta a tres bandas del operador Oi. Por lo pronto, Telefónica, Claro y TIM deberán estar pendientes del Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade), regulador que inicialmente ha admitido a trámite un procedimiento administrativo contra dicha operación. La denuncia, interpuesta por la compañía de telecomunicaciones Algar Telecom, ha alcanzado su objetivo inicial de cuestionar una transferencia de activos valorada en 3.195 millones de euros y decidida en subasta pública el pasado 14 de diciembre.
Entre otros argumentos, Algar apunta que la venta de Oi a los tres principales operadores del mercado agrava la concentración del sector, al beneficiar a las empresas que acaparan el 81 por ciento del mercado brasileño de la telefonía móvil. En concreto, Telefónica -a través de su marca Vivo- atesora el 32% del negocio, frente al 25% de Claro y el 23% de TIM. Interés en la subasta Se produce la paradoja de que Algar Telecom -quinto mayor operador de telecomunicaciones de Brasil- mostró interés en su momento por Oi, a través de una oferta conjunta con Archy, pero sin alcanzar los 15.000 millones de reales brasileños de partida y muy lejos de los 2.600 millones de euros aportados por los ganadores de la subasta.
Algar Telecom también se perfila como jugador relevante en el reparto de espectro, clientes y redes de Oi entre Telefónica, Claro y TIM, ya que podría verse favorecido por posibles remedios o desinversiones, a los que presumiblemente estarán obligados las tres reforzadas compañías. Según ha indicado Algar Telecom a los medios de comunicación locales, “el proceso será más largo que lo que esperan los involucrados”.
Entre otros tesoros, la referida terna de compañías se repartirán 4.000 sitios de Oi, así como 92 MHz en distintas bandas (900 MHz, 1700 MHz, 1800 MHz, 1900 MHz, 2100 MHz y 2,5 GHz). También se distribuirán los 37,6 clientes de Oi en el mismo consorcio, de los que 24,3 millones se corresponden con abonados de contrato.
La denuncia de Algbar Telecom no es la primera voz crítica contra el reparto de Oi ya que la propia fiscal general Samantha Dobrowolski también ordenó a los fiscales federales y estatales de todo el país que iniciaran procedimientos para ayudar a investigar las presuntas irregularidades en la oferta del consorcio ganador.
Con motivo del reciente acuerdo de venta de las torres de móviles Telxius a American Tower, Telefónica apuntó entre sus prioridades más inmediatas la formalización de la compra de Oi en Brasil, junto con el cierre de la alianza de Telefónica O2 con Virgin Media (Liberty Global) en el Reino Unido y la reducción de la deuda.