Cuando el interés individual prima sobre el bien común
Conocemos por experiencias recientes, que en política no hay alianzas o acuerdos imposibles entre las diferentes formaciones; ya sean ideologías de izquierdas, de centro o de derechas, las combinaciones pueden ser múltiples a la vez que inesperadas e inauditas.
Y es totalmente lícito que aunque con diferentes idearios pueda producirse en un momento dado el entendimiento, para alcanzar un bien común y de mayor beneficio para la sociedad que el individual. Es en sí el arte de la política y su esencia.
En una época tan complicada para la economía como la actual, el Gobierno vasco, formado por PNV y PSE-EE, ha intentado buscar el máximo de consensos para aprobar los Presupuestos de 2021, aunque no los necesita gracias a su mayoría absoluta. Unas Cuentas diseñadas para abordar la recuperación económica y el empleo, que no han logrado el respaldo de ningún partido de la oposición.
Por parte de Vox y PP+Cs estaba más que cantada su negativa, antes incluso de producirse la pertinente reunión. Es decir, la voluntad de escuchar, proponer y negociar brilló por su ausencia.
Sí sorprendió el resultado con EH Bildu, partido que ha apoyado los presupuestos en Madrid y en Navarra y que, sin embargo, no ha dado su beneplácito a la comunidad autónoma en la que es la segunda fuerza política.
Adujo la formación que en realidad el PNV y el PSE-EE no querían colaborar, pero lo cierto es que acudieron a escuchar sus propuestas, que resultaron inasumibles en cuantías y materias, según explicó el Ejecutivo.
Y la última reunión fue con Elkarrekin Podemos, que el año anterior si apoyó las cuentas vascas. Presentaron sus demandas y su disposición a dialogar, pero tras tres trepidantes sesiones el acuerdo no fue posible. ¿Qué falló en la negociación? La coalición morada dijo que había faltado tiempo, pero lo cierto es que tuvo todas las horas a su disposición.
Lo que falló en los cuatro casos fue que el interés individual primó sobre el común y que las cuatro formaciones optaron por restar, cuando era más necesario que nunca sumar.