“Los pueblos no solo necesitan turismo, sino atraer talento y generar residentes”
El auge del teletrabajo que ha provocado la pandemia del coronavirus ha impulsado la idea de irse a vivir lejos de las grandes ciudades, buscando mayor calidad de vida. Un proceso en el que lleva años trabajando A2hde, leída como Adoshorasde, una empresa especializada en el turismo responsable de proximidad.
¿A qué se dedican?
Al desarrollo rural, y para ello utilizamos el turismo como herramienta de cambio. Se trata de una herramienta transversal, que nos permite afrontar la realidad y la problemática que hay ahora en el entorno rural en España.
¿Cómo nace el proyecto?
Llevamos ya cuatro años trabajando. Surge en un momento de catarsis personal, que es como suelen pasar estas cosas. Regreso a mi hogar de nacimiento, Talavera de la Reina, y la veo por primera vez con otros ojos, con ojos de viajero, y veo su potencial turístico. Es el primer paso. Empiezo a ver potencial turístico en destinos de proximidad.
Le empiezo a dar vueltas al tema, en un momento que también coincide con una transición profesional, después de haberme dedicado siempre a temas de innovación, sostenibilidad y consultoría. Cojo todos esos valores y experiencias previas, lo aplico al turismo de proximidad y apostamos por ello.
El objetivo es que ese turismo sirva para el desarrollo de esos destinos rurales, en este momento en el que oímos hablar con connotaciones negativas de la España vaciada. Queremos ser parte de la solución.
¿Cuál es el modelo de negocio?
Hasta ahora somos una empresa B2B, ya que trabajamos principalmente para administraciones públicas, en proyectos un poco a medida, aunque con una propuesta de servicios bastante completa, que entendemos que cubre todas las necesidades de esos destinos.
Empezamos trabajando la identidad del destino, con un mapeo de recursos, y poniéndonos en contacto con toda la parte de la ciudadanía y con los profesionales del sector en el territorio. Trabajamos siempre con esa propuesta de alianza público-privada.
Una vez que decidimos y conceptuamos esa identidad de destino, en función de las necesidades de cada territorio, proponemos una parte de promoción y desarrollo. La promoción incluye desde diseños de contenidos a medida y originales, ya sea una página web, contenido audivisual, miniviajes, producto turístico... Y la promoción en medios y redes sociales. En la parte de desarrollo nos gusta trabajar con un enfoque a medio y largo plazo, preparando un plan de mejora y proponiendo proyectos para llevar a cabo o destacando algunos que ya se están desplegando.
En esto consiste nuestra propuesta, y el hecho de hacerlo en conjunto es diferencial.
¿Cómo descubren esos destinos? ¿Cómo llegan a ellos?
Hasta ahora estamos siendo más proactivos, porque lo de turismo de proximidad y turismo sostenible empiezan a sonar más, pero hasta hace poco era un mensaje con el que costaba llegar. Aunque gracias a la trayectoria acumulada y la experiencia en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura... ya hay destinos que se han puesto en contacto con nosotros. Nuestra perspectiva es acabar cubriendo toda la geografía nacional. El proyecto que estamos desarrollando ahora en Covarurrias surgió tras una publicación en National Geographic, por la que se pusieron en contacto con nosotros.
Cuando se acercan a esos destinos, ¿cómo les reciben? ¿Entienden la propuesta de valor de los servicios que les ofrecen?
Ha habido una evolución. Ahora se entiende mucho mejor. Cuando eres pionero, hay una etapa inicial de concienciación que asumimos que nos toca hacer. La realidad es que los pueblos necesitan no solo turismo como fuente de ingresos, o como fuente de población flotante, sino atraer talento y generar residentes, que eso se transforme en algo más. Porque el turismo tradicional, el modelo de visitantes de fin de semana, de segunda residencia y de fiestas de pueblo al final no está siendo suficiente. Ayuda a mantener, pero no permite dar el salto de calidad que esos pueblos necesitan para sobrevivir. Además, es un modelo de negocio muy enfocado a los beneficios de la hostelería, que aunque luego se reparte, es un modelo un poco obsoleto.
Lo que hacemos es utilizar ese turismo para que la gente pueda conocer destinos que nos gusta llamar paraísos cercanos: destinos que están cerca, y que conociéndolo, visitándolo y volviendo se establece un vínculo que en un momento dado permite plantear un cambio de vida y de residencia. Algo que en las actuales circunstancias mucha gente está valorando.
El sector del turismo ha sido uno de los más afectados por la pandemia, ¿cómo lo han vivido?
Ha sido complicado. La realidad en la que trabajamos se ha visto completamente afectada. Hemos estado prácticamente en el dique seco en 2020. Los proyectos que han aparecido fue a final del año. Hemos aprovechado para reforzar el equipo, las alianzas... Hemos tenido menos proyectos, pero el mismo trabajo. Y estamos contentos de estar ahora recogiendo los frutos con los proyectos que están surgiendo.
¿Qué planes tienen para el futuro?
Podemos ser parte de la solución en el futuro. Esperamos que los proyectos sigan fluyendo y podamos sacarlos adelante. La normalidad de cara al viajero no se sabe cuándo se va a recuperar, pero los destinos con los que nosotros trabajamos, de proximidad, es factible que sean los que antes se recuperen. Somos optimistas.
“El turismo tradicional, el modelo de visitantes de fin de semana, de segunda residencia y de fiestas de pueblo no está siendo suficiente”