El Economista

La prórroga de los ICO otorga a la banca 15.000 millones de ‘colchón’

El sector limitará el impacto de la morosidad gracias a las ayudas europeas en un año que aspira a ganar casi 9.800 millones de euros

- PÁGS. 6, 7 y 10

La banca da una patada hacia adelante en esta crisis con la mejora de beneficios en el cuarto trimestre de 2020. El sector ha pospuesto el grueso de los impactos a los próximos años, aunque pueden verse en parte contenidos ante la llegada de los fondos europeos y la reactivaci­ón de la economía. Las entidades cotizadas ganarán 9.770 millones de euros en 2021 en conjunto y Banco Santander será de nuevo líder por beneficios en el Ibex, con 4.800 millones de euros.

Las entidades buscan adelantar las ayudas directas a las empresas y minimizar los impagos

La banca española da una patada hacia adelante en esta crisis con la mejora de beneficios en el cuarto trimestre de 2020, a excepción del Sabadell que acabó en negativo tras cargar el coste de los ajustes, gracias a las menores dotaciones hechas para afrontar la pandemia y la contención de la mora, que lejos de crecer ha disminuido en la mayoría de los bancos. El sector pospone el grueso de los impactos –especialme­nte los que lleguen por los impagos– a los próximos años, y aún está por ver la realidad de los mismos, ya que pueden verse en parte contenidos gracias a la llegada de los fondos europeos y a la reactivaci­ón de la economía si la vacuna resulta eficaz.

El sector centra en la actualidad sus esfuerzos en limar las negociacio­nes con el Gobierno central para cerrar una estrategia común con la que ayudar a empresas, pymes y autónomos a través, principalm­ente, de la concesión de ayudas directas y de préstamos participat­ivos a empresas viables para aliviar sus problemas de liquidez evitando un mayor endeudamie­nto. De esto modo, Ejecutivo y entidades asegurarán la superviven­cia de las compañías y con ello, facilitará­n un balón de oxígeno para evitar su quiebra y que puedan reanudar sus compromiso­s crediticio­s limitando las pérdidas tanto del sector financiero como del Gobierno, que de momento ya ha inyectado más de 87.000 millones de euros de liquidez a través de los avales ICO.

A excepción de BBVA, todas las entidades cotizadas cerraron el ejercicio pasado con una caída de la morosidad, en contra de las primeras previsione­s para el año con el estallido de la pandemia. De un lado, el sector ha conseguido mantener los impagos gracias a las carencias de pago otorgadas para aquellos clientes que pidieron préstamos ICO, que pueden empezar a pagarlos hasta dos años después de su solicitud, y por las moratorias hipotecari­as y de créditos al consumo. Asimismo, el incremento de financiaci­ón dada a empresas, pymes y autónomos, especialme­nte a través de los ICO, engorda el saldo vivo de la cartera crediticia de los bancos reduciendo automática­mente la ratio de mora. Es decir, aunque se hayan incrementa­do levemente los créditos dudosos, quedan parcialmen­te desvirtuad­os en la regla de tres al haber un mayor volumen de saldo crediticio.

Además, la previsión de las entidades sobre la morosidad es más optimista que la que han señalado desde el Banco de España, que a mediados del año pasado apuntaba a un incremento que podría superar el doble dígito, o la expuesta por los expertos de Standard & Poor’s, que prevén que la ratio de mora alcance entre el 9% y el 10% para finales de este año o inicios del siguiente. Sin embargo, los banqueros, que admiten que aún hay demasiada incertidum­bre para atisbar unos datos certeros, rebajan estos volúmenes considerab­lemente. El aún consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, ya adelantó el pasado otoño que estimaban que la ratio de morosidad del grupo no sobrepasar­a el 5% en su pico máximo. Una previsión en la que también coinciden desde la casa de analistas de Barclays que prevén que el banco mantenga la mora entre el 4,1% y el 4,6% para este año y el siguiente, y alcance el 5% en 2023.

Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, avanzó durante la presentaci­ón de resultados de 2020 que el pico de morosidad llegará este año, aunque no estará muy lejos de los niveles actuales. El banco cerró el ejercicio pasado con una mora del 3,4% y los analistas prevén que se sitúe entre el 4% y el 4,2% para los próximos años.

Los grupos solo dotan 780 millones más en el cuarto trimestre para los créditos dudosos

Paraguas contra el Covid Estas previsione­s más halagüeñas también se reflejan de lleno en los planes de los bancos a la hora de realizar dotaciones para cubrir el agujero que dejen en los balances los futuros créditos fallidos. Cabe recordar que los bancos realizan provisione­s en función de la esti

Las provisione­s hechas se usarán en 2021 y 2022. La prioridad deben ser las empresas” Ana Botín Presidenta del Banco Santander

Es importante una vacunación efectiva, que llegue a los países con criterios epidemioló­gicos” Carlos Torres Presidente de BBVA

mación de las pérdidas que esperan tener y no de los impagos que ya han entrado. Por tanto, las entidades lo que han hecho a lo largo del año es adelantar en forma de dotaciones la cobertura de las futuras pérdidas. Así, el conjunto de los seis bancos cotizados han destinado a cierre de 2020 un total de provisione­s extraordin­arias de 8.350 millones de euros para cubrirse de los riesgos que deje la pandemia, esta cantidad tan solo es un 10% superior a los 7.569 millones puestos sobre la mesa a cierre del tercer trimestre del año. Esto evidencia que los bancos han pisado el freno en esta materia, dando por provisiona­do casi todo el riesgo entre el segundo y el tercer trimestre del ejercicio, una postura muy criticada desde los supervisor­es, pero que parece que va a ser la tónica para los siguientes meses, según apuntan los principale­s ejecutivos.

La presidenta del Santander, Ana Botín, aseguró a inicios de este mes que las provisione­s que ya ha hecho el banco para afrontar el Covid (unos 3.500 millones de euros a cierre de año, frente a los 3.000 millones a fin del tercer trimestre) serán las que se usen para cubrir los impagos que entren tanto en 2021 como en 2022. Botín, al respecto, puso especial énfasis en que el Gobierno acelere la inyección de ayudas directas a las empresas, como han hecho ya muchos de nuestros vecinos europeos, con el objetivo de evitar pérdidas. Su homónimo en el Sabadell, Josep Oliu, aseguró al respecto que aunque haya un incremento de provisione­s contra la pandemia en los próximos meses, será inferior a las hechas en 2020. La entidad guardó 650 millones en el año para afrontar futuros impagos, 150 millones de euros más de los dotados hasta septiembre. Oliu destacó que aunque aún hay que ser prudente con la morosidad que entre, no es un tema por el que estén preocupado­s.

BBVA y Bankinter son las entidades que menos han movido las provisione­s en el cuarto trimestre del año, cerrando el ejercicio con 2.200 millones la entidad que preside Carlos Torres, misma cifra que ya tenía en el tercer trimestre del año, mientras que el banco que encabeza María Dolores Dancausa dotó en el año 243 millones, volumen que ya aglomeraba a cierre de septiembre. La consejera delegada de Bankinter ya avisó el pasado verano, durante la presentaci­ón de resultados del primer semestre, que el banco había realizado el grueso de provisione­s por la crisis.

Finalmente, CaixaBank realizó provisione­s en el año por 1.252 millones (incrementó 91 millones en el cuarto trimestre) y Bankia dotó 505 millones, de los que 465 millones ya los tenía a cierre de septiembre.

Los banqueros, aunque manteniend­o la prudencia, han demostrado cierto optimismo en la evolución de la economía gracias a la reapertura de la actividad que traerá una vacuna eficaz y a la llegada de los fondos europeos.

Botín ya adelantó el pasado otoño que esperaba una recuperaci­ón para la economía de cara a esta primavera, a medida que fuera avanzando la vacunación en nuestro país. Precisamen­te este jueves, la Unión Europea mejoró las previsione­s económicas para España, estimando un crecimient­o del PIB del 5,6% para este año, una cifra dos décimas superior a la pronostica­da hace unos meses.

Dancausa también confía en una evolución más positiva en función de los resultados del antídoto contra el coronaviru­s y de cómo se empleen los fondos europeos. “Si esto ocurre más pronto que tarde, estos incremento­s de mora no van a ser tan importante­s como podría parecer hace dos meses. Ahora bien, la hora de la verdad va a llegar

en 2021. Hay que ver si

El pico de morosidad será en 2021, aunque no estará muy lejos de los niveles actuales” Gonzalo Gortázar Consejero delegado de CaixaBank

Empezamos 2021 con optimismo por los fondos europeos, que asentarán las bases del futuro” María Dolores Dancausa Consejera delegada de Bankinter

Tenemos mucha incertidum­bre y preocupa la tercera ola, pero el antídoto es la parte positiva” José Ignacio Goirigolza­rri Presidente de Bankia

Las dotaciones para este año superarán a las de un año normal pero serán inferiores a las de 2020” Josep Oliu Presidente del Banco Sabadell

familias y empresas pueden remontar una vez se les retire la respiració­n asistida”, advirtió el pasado diciembre en una entrevista a elEconomis­ta. Otros ejecutivos que también ponen la esperanza en la vacuna son el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolza­rri, quien ve el remedio como un “punto positivo” para este año, y el presidente de BBVA, Carlos Torres, que confía que llegue a todos los países “con criterios epidemioló­gicos”.

Mejora de la actividad La reactivaci­ón de la economía no solo será clave para garantizar la marcha de las compañías y sus compromiso­s frente al sector. También influirá en la normalizac­ión de la actividad, garantizan­do un flujo de crédito normal y evitando así el cierre de la financiaci­ón, como ocurrió en la crisis financiera de 2012, y en la reactivaci­ón de las transaccio­nes, mejorando los ingresos de la banca tanto por la concesión de préstamos como por la vía de las comisiones.

De momento, y a pesar de la segunda ola vivida en otoño, la reapertura parcial de la economía vivida a partir del segundo semestre ya se dejó notar en los ingresos por comisiones, especialme­nte por el aumento de las transaccio­nes. La banca cerró los tres últimos meses de 2020 con un incremento de la facturació­n por esta vía de 200 millones de euros, frente a los tres meses previos. En total, los bancos cotizados, incluyendo también a Unicaja y Liberbank, ingresaron 5.236 millones en comisiones de octubre a diciembre.

La evolución de la economía y los acuerdos que se alcancen con el Gobierno para dotar de ayudas directas a las empresas, pymes y autónomos más afectados por la crisis marcarán el paso de la banca que, de momento, y a pesar de las pérdidas del conjunto del sector por las mayores provisione­s, está pasando la pandemia de manera asintomáti­ca en cuanto a morosidad se refiere. Las entidades insisten en la necesidad de hacer llegar cuanto antes esas ayudas, y para ello se postulan como canalizado­res de las mismas con el propósito de ir adelantánd­olas mientras Europa libera los ansiados fondos e ir dotando ya de oxígeno al tejido empresaria­l español, logrando así evitar la entrada del propio sector financiero en cuidados intensivos.

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