El Eurogrupo avala conceder ayudas a firmas que sean viables
Un 30% de las españolas tiene problemas de liquidez
Durante la pasada crisis financiera, la torpeza de los europeos al retirar los estímulos provocó una segunda recesión en 2012. Esta vez, con la lección aprendida, Europa está afinando su estrategia.
Durante la pasada crisis financiera, la torpeza de los europeos al retirar los estímulos provocó una segunda recesión en 2012. Esta vez, con la lección aprendida, Europa está afinando su estrategia para, cuando llegue el momento, salir gradualmente del gasto excepcional realizado para superar la crisis causada por el Covid-19. El grifo se cerrará en función de la evolución de la pandemia, del ritmo de vacunación y la puesta en marcha del fondo de recuperación de 800.000 millones de euros.
La UE se juega mucho en esta vuelta a la normalidad. Europa deberá distinguir entre aquellas empresas viables que merecen ser salvadas y cortar del hilo con las firmas zombis que sobreviven a costa de las arcas públicas. Las quiebras además impactarán negativamente en los balances bancarios, aumentando una morosidad aún bajo control. El retorno a la disciplina fiscal sucederá justo cuando la Unión está revisando su Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Países como España y Francia quieren que las normas que controlan el déficit y la deuda se reinstalen tras haber sido simplificadas y adaptadas a la nueva realidad pospandemia.
Europa mantendrá los estímulos fiscales al menos este 2021, y para el verano la Comisión Europea y los socios tomarán una decisión sobre si se mantendrá el Pacto de Estabilidad suspendido el próximo año.
Una discusión que arrancaron ayer los ministros de Finanzas de la zona euro. El Eurogrupo sobre todo se centró en el impacto del Covid-19 en la solvencia de las empresas y la necesidad de calibrar las me
didas de apoyo al sector corporativo para dirigirlas hacia aquellas que merecen salvación.
El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, indicó que hasta ahora las ayudas desplegadas han sido “una historia de éxito”, por haber evitado quiebras masivas. Pero enmiento caramos “tiempos difíciles por delante” y “muchos negocios van a necesitar tiempo” para recuperarse. Y en los meses por delante, habrá que moverse a “una fase de medidas más orientadas” para ayudar aquellas firmas viables antes del estallido del virus.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, admitió tras el encuentro que distinguir cuáles son las empresas viables “no es tarea sencilla”, y en algunos sectores “no será fácil”. La Comisión Europea advirtió en una nota preparada para el debate de los ministros que “una retirada abrupta y descoordinada de las medidas podría provocar problemas empresariales a gran escala, incluidas quiebras, lo que provocaría daños económicos y sociales duraderos y más divergencias económicas”, sobre todo en el caso de la zona euro.
La Comisión advirtió la semana pasada que el riesgo de quiebras es especialmente importante en el caso español, dado el impacto de la pandemia, el peso de las pymes en nuestro tejido empresarial y el menor volumen de ayudas dadas a las empresas en nuestro país en comparación con otros socios. El Ejecutivo comunitario señala en su documento preparatorio que al menos el 30% de las empresas españolas tendrá problemas de liquidez a causa del impacto de la pandemia, como también es el caso de las francesas, italianas, letonas o eslovacas.
La Comisión indica que estos sectores más afectados por problemas de liquidez no son los que encaran más riesgos de sobreendeudamiento. Como ejemplo menciona que solo el 38% de las empresas con problemas de liquidez por la pandemia en el sector de servicios de alojay alimentos era financieramente vulnerable antes del estallido de la pandemia.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, pidió antes del arranque del Eurogrupo “evitar retirada prematura” de los estímulos. Calviño puso en valor las ayudas españolas para ayudar a empresas y trabajadores. Explicó que se han dedicado unos 40.800 millones para los Ertes y los autónomos, y comunidades autónomas y ayuntamientos han distribuido 16.000 millones a las empresas, más otros 8.000 millones que recibirán este año para tal fin, además de para los gastos sanitarios y educativos adicionales.
Calviño, además, explicó que el Gobierno tendrá listo para el mes de marzo el nuevo marco de ayudas directas a las empresas, en el que trabajan con el Banco de España. Identificará aquellas firmas viables antes de la pandemia y debilitadas por la caída de la actividad, y se les ayudará con el sobreendeudamiento para que no les cueste volver a despegar.
Este paquete se enmarcará dentro del nuevo acuerdo marco para ayudas, enviado a Bruselas para su aprobación, y permitido por la última flexibilización de la Comisión del pasado mes que permite nuevas medidas de apoyo, como las quitas o los préstamos participativos.