Calviño niega que Bruselas endurezca sus exigencias
La ministra se centra en las futuras reformas laboral y de pensiones
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, negó ayer que la Comisión Europea haya endurecido sus exigencias sobre las reformas laboral y de pensiones que debe acometer el Gobierno español para que se apruebe su plan de recuperación y defendió que el diálogo con las autoridades comunitarias está siendo “tremendamente constructivo y positivo”.
En declaraciones a los medios antes de participar en una nueva reunión por videoconferencia del Eurogrupo, Calviño defendió que “desde el principio está claro” que el plan post-Covid de la UE incluye aquellas “reformas estructurales más significativas de cada país” que han sido recomendadas por el Ejecutivo comunitario en los últimos años. “Es la línea en la que hemos estado trabajando desde julio del año pasado. El diálogo con la Comisión Europea está siendo tremendamente constructivo y positivo y no he visto ningún cambio de énfasis en absoluto por parte de la Comisión”, dijo.
Bruselas, argumentó la vicepresidenta, tendrá que realizar un análisis “serio, responsable y riguroso” de los planes de recuperación que envíen todos los Estados miembros para garantizar que “resulta en un fuerte crecimiento no solo en el corto plazo, sino también en el medio y largo plazo”.
La vicepresidenta tercera pretende atajar así los comentarios lanzados desde distintos ámbitos que señalan que la Comisión Europea no estaría del todo conforme con las líneas que el Gobierno ha presentado hace unas semanas para las reformas que pretende acometer en los próximos meses, tal y como exige Bruselas para poder acceder a las ayudas del fondo Next Generation con 70.000 millones en ayudas directas y otros tantos en créditos blandos.
Desde los sindicatos, especialmente desde CCOO, se viene insistiendo en que Bruselas no ha “condicionado” las ayudas al contenido de ambas reformas.