Valencia impulsa con Ford una planta de baterías eléctricas de 2.000 millones
Un consorcio de 23 empresas puja por conseguir fondos de recuperación europeos
La convocatoria para poder optar a los fondos de recuperación europeos Next Generation EU ha desatada una carrera para ser el destino de las futuras factorías de baterías eléctricas españolas. La Comunidad Valenciana acaba de desvelar sus cartas para entrar en esa puja a través de un consorcio público-privado que reúne a 23 empresas, liderado por Power Electronics y con Ford y su industria auxiliar del automóvil como gran baza. Su proyecto prevé una inversión de 2.000 millones de euros para desarrollar una gigafactoría de baterías de litio y sistemas de almacenamiento de energía en la autonomía que pueda abastecer al sur de Europa.
La Alianza Valenciana de Baterías, como se ha bautizado el consorcio, ya ha presentado su manifestación de interés a la convocatoria de proyectos tractores del Ministerio de Industria para movilizar los fondos europeos de recuperación. Pese a ello, el CEO de Power Electronics, David Salvo, destacó ayer que es un proyecto que se inició hace dos años, antes de la pandemia y de que se anunciasen los fondos europeos, y que por ello también están buscando financiación de inversores privados.
Power Electronics es un fabricante valenciano de tecnología eléctrica que con su salto a las energías renovables ha multiplicado en los últimos años su negocio, que estima en 480 millones de euros en 2020. El grupo empresarial de la familia del expresidente del Valencia Club de Fútbol Amadeo Salvo precisamente fichó a Lazard y Mckinsey el pasado mes de octubre para analizar las opciones para su planes de crecimiento, que en parte están vinculados al coche eléctrico, como publicó elEconomista.
Entre los socios además de Ford y varios proveedores del automóvil también figuran Iberdrola y grupos vinculados a otros sectores del transporte y la movilidad interesados en desarrollar la posibilidad de utilizar esta energía. Es el caso de la factoría valenciana del fabricante ferroviario Stadler o el astillero alicantino de yates Astondoa, además del grupo químico japonés UBE, cuya filial europea opera desde Castellón.
La alianza también cuenta con el respaldo del Gobierno valenciano. El presidente Ximo Puig, que presidió la presentación, destacó que ya hay presupuestado un millón de euros para poner en marcha Element Valencia, un centro de innovación especializado con las universidades y varios institutos tecnológicos que ya trabajan en ese sector.
Pese a ello, el proyecto aún mantiene varias incógnitas, como la ubicación concreta donse se prevé instalar la factoría y los plazos que se manejan para desarrollar el proyecto. La alianza tampoco ha desvelado cuál es el volumen de fondos europeos a los que aspira para poner en marcha la gigafactoría. En el acto participó el secretario general de Industria del ministerio, Räul Blanco, que destacó que el plan encaja con la estrategia del Gobierno central con la automoción como “vector” para optimizar los fondos europeos en la industria.