La moda reciclará 92 millones de toneladas para que sus productos sean economía circular
Inditex, H&M o Uniqlo impulsan la economía circular para alargar la vida de las prendas de vestir
En el mundo se generan cada año 92 millones de toneladas de residuos textiles, de los cuales entre el 75 y el 85% se queman o acaban en los vertederos. Solo en España acaban en la basura sin ningún tipo de segunda oportunidad hasta 800.000 toneladas de ropa y complementos, el 90% del total del textil que se descarta cada año, según datos de la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil. De seguir este ritmo de consumo, el sector será el responsable del 25% de las emisiones de efecto invernadero en 2050. La producción textil emite el equivalente a 1,2 billones de toneladas de CO2, más que el transporte marítimo y la aviación internacional.
Poner coto al desperdicio de la ropa y conseguir producir con cero residuos, reduciendo a su vez el consumo de agua, se ha convertido en uno de los grandes retos de la industria y grandes empresas como Inditex, H&M o Uniqlo tienen en marcha proyectos encaminados a poner coto al concepto de “usar y tirar” dando una segunda vida a la prendas de vestir y a los materiales con los que están hechas.
Por ejemplo, la multinacional de Amancio Ortega recuperó en 2019 casi 16.000 toneladas de ropa y accesorios dentro del programa de reciclado y reutilización de prendas, Close the loop, que puso en marcha en septiembre de 2015 para alargar su vida útil y reducir su huella medioambiental. La iniciativa de Inditex, que hasta 2019 ha recopilado casi 50.000 toneladas de ropa, busca dar una segunda vida a las prendas donadas que todavía están en buenas condiciones y usar la tela de la que a llegado a final de ciclo para producir nuevas colecciones. La dueña de Zara tiene acuerdos con Cáritas, Médicos Sin Fronteras o Cruz Roja para donar las prendas. Asimismo, Inditex tiene como objetivo que en 2025 el 100% del algodón, el lino y el poliéster que utilice para fabricar sus prendas sean orgánicos, más sostenibles o reciclados. En esta línea, H&M o Uniqlo han puesto en marcha proyectos para impulsar la economía circular en la industria textil y reciclar
la máxima cantidad posible de toneladas de ropa. En concreto, la cadena de moda sueca lanzó una colaboración holística que presentaba avances en todas las fases del diseño y producción, desde los primeros vaqueros de algodón 100% reciclado hasta etiquetas veganas elaboradas con corcho y papel Jacron. Uniqlo, por su parte, cuenta con una iniciativa de reciclaje de sus productos llamada Re.Uniqlo, tratando de maximizar el valor útil de la ropa. Según explica la
compañía japonesa en su web, utiliza las prendas donadas para hacer ropa nueva o las entrega a las ONG si están en buenas condiciones. “En nuestra última iniciativa de reciclaje recopilamos los plumas de Uniqlo donados por nuestros clientes y los transformamos en prendas nuevas”, explica la compañía.
Dentro de la tendencia de alcanzar la neutralidad medioambiental en el sector, algo para lo que queda mucho camino, Finlandia destaca como un ejemplo a seguir. El país ofrece soluciones innovadoras y conocimientos técnicos sobre el ecosistema textil sostenible, empezando por la manipulación de residuos textiles y su tratamiento, pasando por la venta y el uso B2B y B2C, hasta la recogida, el reciclaje y la identificación, volviendo nuevamente a su manipulación.
“Tenemos la oportunidad de influir en el gran sistema global y en las cadenas de valor sustituyendo las principales materias primas por componentes reciclados, utilizando, por ejemplo, fibra textil de madera, o manteniendo en el proceso los materiales ya existentes durante el mayor tiempo posible” afirma Marika Ollaranta, responsable del programa Bio and Circular Finland, de Business Finland.
Del mismo modo, Ollarante añade que “las innovaciones finlandesas ofrecen soluciones revolucionarias que cubren todo el ciclo de vida de un textil. Los gobiernos, los consumidores y la propia industria están despertando y viendo los desafíos de una industria muy orientada al uso único”.
“La tecnología puede alimentarse de una serie de materias primas ricas en celulosa para crear fibras textiles únicas con el aspecto y el tacto naturales del algodón, y con propiedades superiores. Las fibras creadas tienen propiedades antimicrobianas naturales, son biodegradables, no contienen microplásticos y pueden reciclarse junto con otros residuos textiles”, afirma Petri Alava, cofundador y director general de Infinited Fiber Company.