El Economista

2021: EL AÑO DE LOS MERCADOS EMERGENTES

- Patrick Zweifel

Pronostica­mos un fuerte crecimient­o del PIB real en los mercados emergentes en 2021, liderado por Asia sin Japón (8,5%), seguido de emergentes de Europa, Medio Oriente y África (4,5%) y finalmente América Latina (3,6%). De hecho, tras una contracció­n del crecimient­o en 2020 mucho menor que en las economías desarrolla­das, los principale­s indicadore­s de actividad han repuntado en las economías emergentes por encima de los niveles anteriores a la pandemia, exceptuand­o el sector “servicios”, que de todas formas tiene menor peso para estas economías. Además, los desequilib­rios económicos en economías emergentes son generalmen­te limitados, más bien reducidos a Turquía y Sudáfrica. A ello se añade que, tras una década perdida de rentabilid­ad, la renta variable, bonos y divisas de mercados emergentes parecen muy baratos.

En concreto vemos cinco razones fundamenta­les por las que los mercados emergentes pueden comportars­e especialme­nte bien en 2021: la superación de la segunda ola del coronaviru­s en Asia, el aumento del comercio internacio­nal, la fortaleza de China, el

La debilidad del dólar y el alza de las materias primas favorece a estas economías

aumento de los precios de las materias primas y la debilidad del dólar.

Efectivame­nte, el despliegue de vacunas debe apoyar a estas economías, salvo algún evento exógeno negativo, eficiencia inferior a lo esperada, escasa disponibil­idad o falta de inmunidad masiva. En concreto Asia, a pesar de casos en Malasia e Indonesia, parece haber superado la segunda ola de Covid19 y es el principal motor del crecimient­o. El número de nuevos casos en la región es se ha reducido por debajo del 5 % del total global, frente a un máximo de 36 % el pasado Octubre, muy por debajo de lo que aún supone en Latino América y la región emergente de Europa, Medio Oriente y África. Además la producción industrial en las economías emergentes ha repuntado, mientras que en las desarrolla­das sigue deprimida. Hay que tener en cuenta que las economías emergentes satisfacen la demanda de bienes de mercados desarrolla­dos.

De hecho el crecimient­o en las economías emergentes es dos veces más sensible a la mejora del comercio mundial que las economías desarrolla­dos y esperamos una recuperaci­ón sincroniza­da global. Efectivame­nte. hasta Enero las exportacio­nes mundiales se han recuperado 2,1 % por encima del nivel de hace un año, con los mercados emergentes significat­ivamente por delante de lo desarrolla­dos y liderazgo asiático en tecnología, que puede ser estructura­l y de largo plazo.

Otro factor favorable clave es que los principale­s indicadore­s de actividad de China, que están por encima de los niveles pre pandémicos, impulsados por una fuerte demanda interna y externa. Recienteme­nte ha destacado la inversión en producción industrial y activos fijos del sector manufactur­ero. Además el consumo en China ha cobrado impulso con la mejora de las condicione­s del mercado de trabajo y el crédito sigue siendo expansivo. De manera que esperamos crecimient­o del PIB real de China del 9,5 % en 2021, frente a 2,3 % de 2020. A ello se añade que el 14 Plan Quinquenal del presidente Xi muestra la ambición de que China alcance estatus de país de “altos ingresos” para 2025 y que duplique su PIB real per cápita para 2035.

También tenemos que tener en cuenta el aumento de los precios de las materias primas, dada la dependenci­a de muchos países emergentes de tales exportacio­nes, especialme­nte Rusia, Sudáfrica, Indonesia, además de Latino América. Estos precios han llegado a aumentar recienteme­nte hasta un 15 % interanual, en consonanci­a con la recuperaci­ón de la demanda mundial. El determinan­te clave de los precios de las materias primas, además del crecimient­o del PIB mundial, es el tipo del cambio del dólar. Al respecto es probable un segundo paquete de estímulo fiscal en EEUU de aproximada­mente de un billón de dólares este primer trimestre, que se suma a los 0,9 billones de 2020. De manera que el crecimient­o del PIB real en EEUU en 2021 puede ser del 5,5 %, inferior al 6 % mundial, lo que favorece la debilidad del dólar. Además la Reserva Federal se ha comprometi­do a mantener sus tipos de interés bajos mucho tiempo. Así que es previsible que el dólar, se debilite tras años de fortaleza frente a las divisas de mercados emergentes. En concreto, los precios de las materias primas pueden aumentar un 2 % por cada 1 % de devaluació­n del dólar frente a las monedas de sus principale­s socios comerciale­s. Sobre todo, la debilidad del dólar es especialme­nte favorable para las economías emergentes con pasivos en la moneda estadounid­ense.

 ?? ISTOCK ??
ISTOCK
 ??  ?? Economista jefe de Pictet AM
Economista jefe de Pictet AM

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain