Barceló comprará activos con socios financieros y se abre a fusiones
La cadena inaugurará 13 hoteles en 2021, cinco en España y ocho en Asia y Portugal
Barceló Hotel Group quiere aprovechar las oportunidades de esta crisis para salir reforzado. Para ello, además de reposicionar su cartera hotelera e impulsar un potente plan de aperturas en 2021 tanto en España como en los mercados internacionales, la cadena hotelera “está mirando tanto activos individuales como portfolios, compañías, para adquirir, con la ayuda de un inversor financiero”. Así lo asegura su consejero delegado para EMEA, Raúl González, quien al mismo tiempo abre la puerta a que el grupo pueda participar, llegado el caso, en una fusión. “Es más difícil que ocurra, pero si tiene sentido estamos abiertos”, porque “creeemos en la consolidación y en hacer un grupo más sólido en el largo plazo”, señaló ayer el directivo durante la presentación de los resultados de 2020, en el que Barceló registró unas ventas brutas de 946,2 millones de euros (-60% con respecto a 2019), con pérdidas que ascienden a más de 137 millones de euros y un resultado bruto de explotación (ebitda) recurrente de -49,6 millones.
“En la teoría somos firmes partidarios de ir contraciclo, es decir, cuando todo el mundo quiere comprar, nosotros vendemos, cuando todo el mundo quiere vender, nosotros compramos. Ahora nos tocaría más la época de comprar que de vender”, destaca González. Para afrontar esta etapa expansiva, Barceló cuenta, según el ejecutivo, con una posición financiera solvente, con una deuda de poco más de 300 millones de euros que representa menos de una vez el resultado bruto de explotación (ebitda) de la compañía en un ejercicio normal –sin pandemia–. “No reducimos más la deuda porque estamos con la idea de mejorar la situación de la compañía a medio y largo plazo”, subraya. De igual modo, la firma tiene “capacidad de obtención de cash a través de líneas de crédito por más de 1.000 millones de euros”. El ejecutivo afirma que todo ello confiere al grupo la fortaleza para “aguantar en esta situación de desastre –derivada del Covid-19– por unos cuantos años”. La estrategia de Barceló discurre por la “prudencia de no invertir más de lo que corresponde en la situación que estamos viviendo”, pero con la premisa, al mismo tiempo, de “estar preparados” para la recuperación del turismo.
Tras desprenderse del Hotel Formentor hace escasas semanas, Barceló no tiene en marcha ninguna nueva desinversión. “Salvo que tengamos una oferta muy atractiva, de la que es difícil resistirse, en principio no venderemos nada”, ha indicado. “No somos vendedores a descuento, pero si hay la posibilidad de hacer una operación a un precio razonable podemos planteárnoslo; por tanto, cabe alguna operación de sale and management back o sale and lease back, pero solo bajo unas condiciones que nos parezcan razonables”, precisó.
En 2020 Barceló incorporó siete hoteles, seis en España y uno en Turquía. Para 2021, prevé 13 nuevas aperturas: cinco en España (Alicante, Cádiz y Málaga) y ocho en el resto del mundo (dos en Sri Lanka, dos en Maldivas, dos en Portugal, uno en Indonesia y el ya inaugurado en Dubai). Barceló estima una mejora de la demanda en la segunda mitad del año para cerrar con una caída de ingresos respecto a 2019 del 50%-60%. La recuperación de ocupación la traslada a 2022 y de ingresos a 2024.
El grupo prevé la recuperación de la ocupación para 2022 y la de los ingresos para 2024