El juez procesa a Rodrigo Rato por presuntos delitos de corrupción, blanqueo y elusión fiscal
El juzgado sospecha de contratos de publicidad de Bankia con aparentes ‘mordidas’
Tan solo dos semanas después de que la Audiencia Nacional acordara la libertad provisional para el exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, por el caso de las tarjetas black, el banquero está cerca de sentarse en el banquillo de nuevo. El juez del Juzgado de Instrucción número 31, Antonio Serrano-Arnal, que investiga las presuntas irregularidades en el patrimonio personal de Rato decidió ayer finalizar la instrucción y procesarle junto a otras 16 personas por los delitos de blanqueo de capitales, corrupción en los negocios y elusión fiscal.
Entre las conductas bajo sospecha se encuentran los contratos publicitarios de Bankia adjudicados a las agencias Zenith y Publicis durante el mandato de Rato al frente de la entidad, y que, según los investigadores, podría constituir un presunto delito de corrupción entre particulares.
El magistrado continúa la causa contra el que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras doce personas, además de contra ambas agencias de publicidad en calidad de personas jurídicas.
En junio de 2011 la sociedad Albisa Inversiones y Kradonara 2001, epicentro de la actividad empresarial del exministro, firmaron un contrato de asesoramiento cuyo objetivo era prestar “supuestos servicios de consultoría” por un importe mensual mínimo de 40.000 euros.
Estos servicios “serían supuestamente prestados” por el también procesado Miguel Ángel Montero, “de forma gratuita y como deuda moral por un negocio hotelero fallido” en el que participó con Rato.
De esta forma y con el asesoramiento del despacho de abogados de Domingo Plazas, se fueron girando diversas cantidades a Albisa. Sin embargo, estas facturas “no se correspondían con una prestación real” de consultoría, “sino que eran el conducto para abonar a Rato su parte en las comisiones obtenidas por Portuondo de Zenith y Publicis” a raíz de los contratos de publicidad que firmaron con Bankia en aquella época. Y es que “captado por Montero” -que “administraba diversas empresas del exministro”-, Portuondo se habría dirigido al grupo Publicis en calidad de comisionista, ofreciéndose a conseguir la participación y la adjudicación de diversos contratos con la nueva entidad. Para el magistrado, ha quedado “indiciariamente acreditado” que entre 2011 y 2012 Bankia contrató a Publicis y Zenith “a cambio de una comisión” superior a los 2 millones de euros “que ambas mercantiles abonaron a Albisa” para obtener los contratos.