Bruselas duplica el gasto en consultoras por asesoría en reformas estructurales
La UE gasta más de 462 millones en las cuatro grandes firmas entre 2016 y 2019
Las grandes firmas de consultoría ganan terreno en la UE. Al calor del empuje reformador de las capitales, y de los desafíos de la pandemia, ejércitos de consultores ofrecen recomendaciones para políticas y reformas estructurales a la Comisión Europea y los Estados miembros, muchas en sectores de alto voltaje como el sanitario, la justicia o el mercado laboral. La Comisión dobló con creces el dinero que dedicó a las cuatro grandes (PwC, KPMG, Deloitte y EY) para la asesoría con reformas nacionales. En 2019, el último año que hay cifras, recibieron 24,38 millones de euros de las arcas comunitarias, frente a los 11,04 millones de euros de 2018.
Este gasto para asesoría técnica con reformas nacionales es solo una parte de los más de 462 millones de euros que se han llevado PwC, KPMG, Deloitte y EY de la Comisión entre 2016 y 2019, según estimaciones realizadas por elEconomista sobre documentos oficiales.
Su implicación además plantea cuestiones de conflictos de interés, ya que a menudo su presencia es requerida en áreas en las que también asesoran a empresas privadas, según advierten desde el Parlamento Europeo. elEconomista investigó los datos del sistema de transparencia financiera de la UE y otros documentos de la Comisión para este artículo.
La base de datos contiene información desde 2007. Aunque la información de los primeros años es irregular, los registros muestran una cantidad cada vez mayor de recursos dedicados a empresas de consultoría externas, especialmente PwC, KPMG, Deloitte y EY.
Entre 2016 y 2019, ambos incluidos, KPMG recibió la mayor cantidad de fondos de la UE, incluido del Fondo Europeo de Desarrollo (154,84 millones de euros), seguido de EY (121,32 millones de euros), PwC (93,77 millones de euros) y Deloitte (92,28 millones de euros).
Su facturación con la Comisión además recibió un impulso adicional durante los últimos años, a través del Programa de apoyo a las reformas estructurales de la Comisión. Este programa proporciona asistencia técnica a los Estados miembros para diseñar reformas estructurales, ya sea a través de los funcionarios de la Comisión o de expertos contratados en otras organizaciones internacionales, ONG o empresas privadas. En 2017, cuando se lanzó el programa, solo EY obtuvo dos programas por valor de 221.820 euros. Ese año, menos del 2% de los 22,5 millones de euros asignados al programa se destinaron a contratistas privados.
Pero la participación de los cuatro grandes creció exponencialmente durante los años siguientes. En 2018, recibieron 11,04 millones de euros de un total de 30,5 millones de euros. En 2019 obtuvieron 24,38 millones de euros para 91 reformas, de nuevo casi un tercio de los 79,4 millones de euros dedicados al programa ese año.
Con 10,31 millones de euros, PwC atrajo la mayor parte de los fondos en 2019, participando en un total de 33 propuestas de reforma en los
Estados miembros, seguido de EY (6,7 millones de euros para 30 reformas), Deloitte (3,97 millones de euros para 13 reformas) y KPMG (con contratos por valor de 3,4 millones de euros para 15 reformas). Su facturación probablemente continuó aumentando en 2020, ya que el programa vio su potencia de fuego aumentada a 84,9 millones de euros. Además, su tamaño del pastel podría aumentar, ya que la UE fortalecerá en los próximos años el Instrumento de apoyo técnico, sucesor del Programa de apoyo a las reformas estructurales.
En el marco del nuevo marco financiero plurianual, la Comisión dispondrá de 864 millones de euros para reformas estructurales durante el período 2021-2027, alrededor de 115 millones de euros al año.
La Comisión informó a principios de marzo que este instrumento apoyará 226 proyectos este año en los 27 Gobiernos. Alrededor de un 60% de ellos están relacionados con la puesta en marcha de las reformas que los Estados miembros están presentando a Bruselas para
Plantea conflictos de interés porque también asesoran al sector privado en las mismas áreas
desbloquear los 672.000 millones de euros del fondo de recuperación.
EY fue contratada en 2019 para reestructurar el sector hospitalario en Estonia, para la reforma de la dirección general del Tesoro en Francia y para fortalecer las políticas activas del mercado laboral a través de mecanismos de recompensa y apoyo en Italia. Sin embargo, un portavoz de la Comisión argumentó que las consultoras “no son responsables de la formulación de políticas”. Explica que el Ejecutivo comunitario permanece involucrado durante la prestación del servicio, y los Estados miembros son los responsables de la reforma.
Otro ejemplo fue el contrato firmado con PwC en 2019 para “el desarrollo, establecimiento y evaluación del marco nacional de control fiscal, en el contexto de la implementación del programa y la reforma cooperativa de cumplimiento fiscal” en Bélgica. PwC y las llamadas Big Four participaron en la elaboración de complejos esquemas tributarios para ayudar a más de 340 multinacionales a evitar el pago de impuestos, como revelaron los papeles de Luxleaks en 2014.
Por su parte, McKinsey recibió un contrato en 2018 para estudiar la viabilidad de una unidad de grandes casos en el sistema estadístico en Alemania (878.970 euros).
Más información en www.eleconomista.es/ecoley