Banco de España recorta el PIB al 6% y retrasa la recuperación
El crecimiento será ocho décimas peor de lo previsto
El Banco de España empeora sus previsiones para este año al retrasar el inicio de la recuperación al segundo semestre. En concreto, en su escenario central, rebajó el crecimiento para 2021 en ocho décimas, hasta el 6%. La entidad considera que la vacunación será clave para la recuperación económica.
El Banco de España empeora sus previsiones para este año al retrasar el inicio de la recuperación al segundo semestre. En concreto, en su escenario central, rebajó el crecimiento para 2021 en ocho décimas hasta el 6%. Los economistas de la institución comienzan a dar por perdida la primera mitad del año y esperan que las vacunas permitan la retirada gradual de las medidas de contención, hasta su desaparición prácticamente plena a finales del ejercicio. Para el primer trimestre contemplan una caída del PIB del 0,4%.
El Banco de España rebajó sus previsiones de crecimiento debido al débil inicio del año marcado por la lentitud en el despliegue de las vacunas y los nuevos rebrotes que han obligado a adoptar nuevas restricciones de movilidad. La institución dio por perdido el primer semestre del año y espera que la actividad económica repunte a partir de verano, a medida que se vaya completando el proceso de vacunación y el levantamiento de las restricciones.
El crecimiento será ocho décimas inferior a lo previsto, según el órgano que dirige De Cos
Como en anteriores ocasiones, los analistas del Banco de España contemplan tres escenarios para la economía española, en el que difieren la distinta evolución de la pandemia y sus consecuencias económicas. En el escenario central, según el Banco de España, el PIB crecerá un 6% en media anual en 2021, ocho décimas menos que en las anteriores estimaciones.
Principalmente, se debe al débil arranque del año y a los nuevos rebrotes del virus. De hecho, el supervisor anticipaba una caída del 0,4% en el primer trimestre del año. Pero también al impacto de mayor nivel del precio del petróleo, un tipo de cambio del euro algo más apreciado, tipos de interés a largo plazo algo mayores y una implementación ligeramente más tardía de los fondos europeos para la reconstrucción.
“El consumo privado habría experimentado probablemente un ligero descenso en el primer trimestre, debido al aumento de la severidad de las medidas necesarias para contener la pandemia en los dos primeros meses del año”, explicaron los expertos. El escenario central contempla la posibilidad de que en los próximos meses surjan nuevos brotes de la enfermedad, cuya contención requeriría aplicar medidas de contención similares a las vigentes recientemente.
Parte de la esperada recuperación se traslada a 2022. “El pronunciado dinamismo del PIB en el segundo semestre de 2021 daría lugar a un potente efecto arrastre en 2022, de modo que el producto de la economía presentaría un avance también elevado el próximo año (del 5,3% frente al 4,2% anterior), antes de moderarse en 2023 (1,7%, sin variación respecto a las previsiones de diciembre).
Las peores previsiones para este año también son contempladas para el escenario severo y para el suave. En el caso del severo, incluye la posibilidad de un repunte de mayor intensidad de la enfermedad a corto plazo, que requeriría un endurecimiento de las medidas de contención por encima de los niveles vigentes en los dos primeros meses del año. Además, la inmunidad de la población se alcanzaría de forma más tardía. El crecimiento para 2021 se limitaría al 3,2% frente al 4,2% anteriormente estimado. Y se aceleraría en 2022 al 4,6%.
Para el escenario suave, con una evolución favorable de la pandemia desde el segundo trimestre de 2021 y una distribución de las vacunas más rápida, el repunte anual del PIB alcanzaría un máximo del 7,5%, nueve décimas menos que el cuadro elaborado en diciembre. Para 2022 el ritmo de PIB crecería al 4,8%.