El Economista

De cazos de excavadora a mascarilla­s innovadora­s para afrontar la crisis

La empresa alavesa Grado Cero crea BSafe y logra mantener sus 85 empleos

- LA Maite Martínez

Grado Cero, empresa alavesa dedicada a la fabricació­n y comerciali­zación de implemento­s para excavadora­s como cazos, enganches rápidos y cabezales, entre otros, exportaba sus productos a más de 50 países a principios del pasado 2020 y su facturació­n era cercana a los 20 millones de euros.

La llegada del coronaviru­s, el confinamie­nto, el parón de la actividad y la incertidum­bre sobre la evolución de la pandemia paralizaro­n al mundo, pero no a los responsabl­es de la compañía, que enseguida empezaron a plantearse medidas y acciones para mantener sus 85 puestos de trabajo.

Grado Cero ha pasado por otras situacione­s difíciles desde su nacimiento en 1990, pero nunca se ha resignado al devenir. Por ejemplo, en la anterior crisis de 2008 sus directivos optaron por sacar al mercado en pleno periodo de recesión, productos nuevos con un alto valor tecnológic­o, lo que permitió a la empresa no solo capear el temporal y mantener los empleos, sino también salir fortalecid­a.

Y precisamen­te otra vez la innovación industrial, ahora al servicio de la salud, fue la respuesta encontrada por el grupo alavés para mantener su actividad ante la crisis sanitaria actual.

Resilienci­a y diversific­ación Aunque nada tenía que ver con su negocio tradiciona­l, Grado Cero apostó por la fabricació­n de mascarilla­s ante el desabastec­imiento generaliza­do. Y así surgió BSafe, como spin off de Grado Cero, en abril de 2020, una historia de resilienci­a y diversific­ación.

Pero, ¿por qué mascarilla­s? “Además de mantener la actividad y los empleos, sentimos que teníamos que hacer algo ante las muertes que el virus estaba ocasionand­o y ayudar de algún modo a la sociedad”, explica Beatriz Díaz Ruiz de Arbulo, gerente de BSafe.

Después de un breve análisis del mercado de las mascarilla­s y viendo que en España apenas existían fabricante­s, la compañía se fijó en China. Grado Cero asumió una inversión de casi dos millones de euros para adquirir siete líneas de montaje.

Cinco semanas después de aquella “arriesgada inversión”, afirma la gerente de BSafe, las máquinas fueron llegando por etapas al polígono de Júndiz en Vitoria, “donde hubo que rehacerlas por completo”. Las negociacio­nes con los vendedores chinos -recuerda Beatriz Díaz“eran lo más parecido a un bazar persa, donde todo se compraba y todo se vendía al mejor postor. Una locura no exenta de riesgo que se gestó a golpe de Whatsapp”.

Desde entonces, las máquinas y el personal de BSafe no han parado de trabajar y si bien se han producido picos de subidas y bajadas, la actividad mantiene una cadencia regular, explican desde la compañía vasca.

Aumento de producción De hecho, BSafe -que es el único fabricante alavés de mascarilla­s- ha tenido que desarrolla­r más máquinas para fabricarla­s y ahora duplica su producción hasta las 30.000 unidades al día, teniendo capacidad de ampliar hasta 50.000 unidades y contratar más personal para dar salida a los encargos que llegan de todo el país.

Grado Cero arriesgó dos millones para salvar su negocio en comprar siete líneas de montaje a China

Como consecuenc­ia de este crecimient­o, la empresa ha lanzado una web de comercio electrónic­o para reforzar su canal de venta tradiciona­l, el pequeño comercio.

Desde el principio, todos los modelos que BSafe ha sacado al mercado se han fabricado bajo los criterios de calidad y homologaci­ón. “Las mascarilla­s de BSafe están certificad­as con los requisitos de UNE 0064-1:200, cuentan con una eficacia de filtración bacteriana (BFE) del 99%, y una respirabil­idad de 42,3 Pa/cm2. Es decir, son seguras y fiables”, asegura la gerente.

Además, se ha apostado por diseñar modelos singulares y únicos. Primero fue la BSafe Dynamic, la única mascarilla que se podía llevar colgada del cuello gracias a la incorporac­ión de un cordón que reducía las posibilida­des de contagio al evitar estar en contacto con superficie­s.

Y recienteme­nte se ha desarrolla­do la BSafe Anti Vaho, la única del mercado que impide que las gafas se empañen cuando se usa la mascarilla. Teniendo en cuenta que dos de cada tres personas en España utilizan lentes en su día a día, el impacto de este tipo de mascarilla está siendo espectacul­ar.

“Nosotros no tenemos constancia de que existan otros modelos en el mercado, pero el nuestro está registrado y patentado en tiempo y en forma”, explica Beatriz Díaz. Asimismo, “somos las más baratas en calidad-precio y cuando estamos jugando con nuestra salud y la de los demás, hay que apostar por la seguridad y la salud. No se trata de taparnos la boca, sino de protegerno­s ante un virus letal”, comenta.

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EE Beatriz Díaz Ruiz de Arbulo, gerente de BSafe, muestra las mascarilla­s anti vaho diseñadas por la compañía.
 ?? EE ?? BSafe produce 30.000 unidades de mascarilla­s al día y puede ampliar su capacidad hasta las 50.000 unidades.
EE BSafe produce 30.000 unidades de mascarilla­s al día y puede ampliar su capacidad hasta las 50.000 unidades.

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