Incertidumbre para la investidura y legislatura
Este viernes debe presentarse a la investidura un candidato a la presidencia de la Generalitat, y de momento no hay ninguno que tenga los apoyos necesarios. El republicano Pere Aragonès se resiste a ceder a las pretensiones de Junts, aunque sí ha aceptado condicionantes de la CUP -a la espera de saber el jueves si lo ratifican sus bases-. El acuerdo con los anticapitalistas no le permite sumar mayoría, pero sí le otorga un escaño más respecto a una hipotética alianza del socialista Salvador Illa con En Comú Podem para optar a la investidura, de momento descartada por los ‘comuns’.
Así, la incertidumbre se mantiene en el arranque de la nueva legislatura catalana, y vistas las fricciones entre los partidos independentistas mayoritarios y el encaje de bolillos necesario para desembocar en una ahora improbable investidura de Illa, la incertidumbre se mantendrá el resto del mandato, si llega a arrancar ahora o en los dos meses de margen adicionales que marca la normativa electoral.
Decía ayer Jordi Sánchez, de Junts, en una conferencia para marcar el posicionamiento del partido respecto al próximo ‘Govern’, que el acuerdo con ERC es posible “en los próximos días o semanas” y que no van a arriesgarse a una repetición electoral. Defendió un acuerdo de legislatura para agotar los cuatro años de mandato y que permita superar las “desconfianzas” del último Ejecutivo catalán entre Junts y ERC, y la vía que ven para conseguirlo es tener todo pactado de antemano.
Pero las discrepancias en la negociación abarcan desde el plano político al económico y social, e Illa está dispuesto a esperar su oportunidad, mientras al sector productivo se le agota el tiempo para sobrevivir a la pandemia.