Primera reunión del ERE para 630 empleados
La dirección de la planta de Ford en Valencia aprovechó la reunión con el comité de empresa para convocar también la comisión negociadora del expediente de regulación de empleo (ERE) con el que plantea reducir en 630 puestos de trabajo la plantilla de las líneas de ensamblaje de coches de la factoría, casi un 10% del total.
Un ajuste que el fabricante de automóviles considera “estructural” y que justifica por la continua caída de la demanda de sus vehículos en Europa, en especial precisamente de los modelos S-Max, Galaxy y Mondeo que produce en Valencia. Una medida que cuadra con el anuncio precisamente de dejar de montar ese último modelo.
La factoría valenciana, de hecho, ha encadenado en el último año y medio varios ajustes temporales a través de Ertes e incluso aprobó un ERE en 2020 que supuso la salida de 350 trabajadores.
Los representantes de los trabajadores valoraron muy positivamente la llegada del nuevo motor como muestra del compromiso de continuidad. El encargo del motor híbrido era una de las reivindicaciones que el presidente del comité de empresa, el secretario de UGT en la planta, Carlos Faubel, solicitaba desde hace más de un año. Faubel lo calificó de “bocanada de oxígeno”.
Pese a ello, los sindicatos anunciaron su intención de pedir a la compañía que rebaje el número de afectados y que se contemplen salidas no traumáticas y voluntarias. El portavoz de STM, Paco González, aseguró que pedirán a la empresa que parte de los posibles afectados se recoloquen en la ampliación prevista en la planta de ensamblaje de baterías y pidió también “anuncios de nuevos modelos a medio y largo plazo”.