Georgieva (FMI) alerta de las mejorías globales divergentes
La búlgara avisa de la recuperación a varias velocidades impulsada por EEUU y China
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, insistió este martes en que los responsables de las políticas no deben bajar la guardia.
En su tradicional discurso que sirve de antesala a las reuniones de primavera de la institución, que se celebran la próxima semana, dejó claro que aunque la economía mundial se encuentra en una posición más firme, “las perspectivas divergen peligrosamente no solo dentro de las naciones, sino también entre países y regiones”.
Según adelantó, el Fondo revisará al alza sus previsiones de crecimiento mundial para este año y 2022 “en parte por el apoyo político adicional, incluido el nuevo paquete de estímulo en Estados Unidos, y en parte por la esperada recuperación impulsada por la vacuna en muchas economías avanzadas a finales de este año”.
Entre EEUU y China No obstante, la búlgara alertó de que nos enfrentamos a una recuperación a varias velocidades cada vez más impulsada por dos motores, EEUU y China. En este sentido destacó cómo la pérdida acumulada de renta per cápita, en relación con las proyecciones anteriores a la crisis, será del 11% en las economías avanzadas para 2022. Para los países emergentes y en vías de desarrollo, excluyendo a China, la pérdida será mucho peor, de un 20%.
Georgieva no dudó en poner de manifiesto cómo los gobiernos han tomado medidas excepcionales para hacer frente a la pandemia, incluyendo estímulos fiscales por alrededor de 16 billones de dólares así como una inyección masiva de liquidez por parte de los bancos centrales. “Sin estas medidas sincronizadas, la contracción mundial del año pasado habría sido al menos tres veces peor”, aclaró haciendo referencia a un nuevo análisis de la institución.
Pese a que la economía global experimentará una mejora en su crecimiento -recordemos que el FMI estimó en enero que crecería un 5,5% este año-, todavía existe una incertidumbre extremadamente alta, incluso en lo referente a las condiciones financieras.