El Gobierno tiene un mes para rescatar a Alcoa
Senjaav Gupta se queda sin el apoyo del Ejecutivo británico
Reino Unido ya apoyó al Wyelands Bank, de Gupta, con 75 millones a principios de marzo
Belén Gualda, la nueva presidenta de Sepi, llega al ‘holding’ público con muchos retos por delante. La entidad, además de afrontar el problema de los rescates de Plus Ultra, Duro Felguera y los que vienen por detrás, tiene que encontrar una solución para Alcoa antes del 30 de abril. La vía más sencilla para el ‘holding’ estatal sería comprar directamente la planta y buscar con calma a un industrial de reconocido prestigio que colaborara con la Sepi para sacar esta planta adelante como ya sucedió durante años. En cualquier caso, las opciones que hay sobre la mesa de la Sepi y del Ministerio de Industria se van agotando. En las últimas semanas se ha llegado a especular con el posible interés del fondo Quantum -que ya pujó en su día por la planta de Avilés- y el de Aludium por entrar en la puja, pero ambas opciones son eso todavía: especulaciones.
El otro candidato sigue siendo el grupo de Senjaav Gupta, que asegura que sigue interesado en participar en la operación pero lo cierto es que la situación se le pone cada día más cuesta arriba tras la quiebra de Greensill Capital. La entrada de Gupta Family Group (GFG) en el capital de San Ciprián está entrando en vía muerta para el Gobierno español después de que el Ejecutivo británico haya rechazado aportar los 170 millones de libras (alrededor de 200 millones de euros) que solicitaba la compañía para financiar su circulante. Entre las explicaciones del Gobierno británico figura la mansión que acaba de comprarse Gupta en el corazón de Londres por cerca de 42 millones de libras y el temor a que este dinero, en lugar de destinarse al rescate de las plantas británicas, acabara usándose como garantía para seguir adelante en la operación de San Ciprián.
El Gobierno español, con buen tino, había solicitado garantías al inversor antes de cerrar una operación que suponía dejar libre de responsabilidades al grupo estadounidense pero la caída de Greensill Capital -una entidad en la que el grupo de Gupta mantenía compromisos por 5.000 millones- ha puesto en jaque al grupo.
La primera señal de alarma la dio ya el otro día Ignis, un promotor de renovables español, con el que la compañía británica había pactado la construcción de 1,2 GW de renovables para sus plantas. Este acuerdo sirvió para que Gupta lograra un mayor acceso al Ministerio de Transición Ecológica que empujaba a favor de un acuerdo que permitiera salvar estos empleos en Galicia pero su ruptura supone alejarse un poco más de la operación.
El empresario ha asegurado en un ‘podcast’ que no tiene planes para vender su compañía pero admite que la unidad dedicada al acero dependía en gran medida de la financiación de Greensill. La Alianza de Gupta está estructurada en tres marcas centrales: Liberty Steel Group, Alvance Aluminium Group y Simec Energy Group. GFG además cuenta con presencia en Jahama que administra, desarrolla y reestructura activos industriales, comerciales, agrícolas, energéticos, recreativos y residenciales ubicados en cuatro continentes pero también ha estado involucrado en Wyelands Bank, un banco destinado a la financiación de pymes, que recibió a principios de mes 75 millones de libras para poder reembolsar los fondos a sus depositantes minoristas.
En el grupo está también en el Banco Rumano de Crédito e Inversión (BRCI), que tiene su sede en Bucarest, proporciona a las pymes del país una gama de servicios bancarios corporativos, además de ofrecer cuentas minoristas tradicionales. Y Demica, una compañía de tecnología financiera de capital de trabajo más grandes del mundo. Gupta asegura en su ‘podcast’ que los negocios están funcionando bien en otras partes del mundo y que los problemas del Reino Unido están aislados de la situación de sus negocios en Australia o Francia pero lo cierto es que la confianza ahora mismo está en el aire.