La Guardia Civil registra la sede de Sevilla de la ingeniería
La Guardia Civil se personó ayer en las oficinas centrales de Abengoa en Sevilla en el marco de de una operación ordenada por el juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional que instruye el caso Abengoa II, Ismael Moreno, y que se encuentra bajo secreto judicial.
Una veintena de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) enviados desde Madrid entraron poco antes de las 9:00 horas en las oficinas que la compañía de infraestructuras, energía y agua tiene en el Campus de Palmas Altas.
Según informaron a Efe fuentes sindicales, el registro se inició nada más comenzar la jornada laboral, cuando los agentes accedieron a distintos departamentos de la sede, donde trabajan unas 1.000 personas. Los trabajadores permanecieron en el edificio principal a la espera de indicaciones de los agentes, que al entrar les pidieron que dejaran sus documentos nacionales de identidad sobre las mesas y se apartasen de ordenadores, mesas, estanterías y cajones. Los agentes se llevaron más de 50 ordenadores de las plantas de auditoría interna y contabilidad.
El juez Moreno encausó al expresidente de Abengoa Felipe Benjumea y al exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega por delitos de falsedad contable y estafa en
Abengoa II tras la demanda de un grupo de inversores. Esta nueva vía de investigación por la estafa a inversores de Abengoa recibió un impulso importante en 2019 con la personación en el proceso de la Abogacía del Estado al considerar que la actuación de los responsables de la compañía pudo perjudicar intereses generales y públicos. Antes la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela rechazó ampliar su investigación sobre las indemnizaciones millonarias a los directivos a un posible delito societario por el supuesto falseamiento de las cuentas de la multinacional. Se presentó una segunda querella por parte de la Plataforma de Afectados por presuntos delitos relativos al mercado y los consumidores y falsedad de cuentas tanto contra los miembros del consejo como contra Benjumea y Sánchez Ortega. Cinco años después, la causa sigue viva, y ha derivado en los registros de ayer.